Economía

La poderosa IRCA 

La construcción de vías férreas fue parte integral e indispensable en el desarrollo de los cultivos bananeros en regiones que no gozaron antes de transporte terrestre.

El párrafo anterior se encuentra en la página 10 del libro de Stacy May y Galo Plaza, titulado La United Fruit Company en América Latina. Es caso de estudio de la Serie National Planning Association. Impresa Imprenta Nuevo Mundo. México, D. F., julio 1958, 308 páginas. Estos autores lo explican seguidamente.

SURGE EL FERROCARRIL

En Guatemala los ferrocarriles surgieron antes que los bananos, y en este país el ferrocarril conecta muchas de las poblaciones mayores del interior con la costa.

Antes de 1885 ya se habían construido 20 millas de ferrocarril desde la capital de Guatemala hacia el Atlántico. Durante la década 1880 a 1890 los contratistas americanos construyeron el Ferrocarril Central de Guatemala, que une la capital con el puerto de San José en la costa del Pacífico, y el Ferrocarril de Occidente (Western Railway) que conecta con el puerto de Champerico, también en la costa del Pacífico. Más tarde se construyeron 136 millas desde Puerto Barrios en el Atlántico hacia la capital.

En 1904, Minor Keith y William C. van Horn contrataron la construcción del Ferrocarril del Norte (Northern Railway). Se fundó una compañía llamada Compañía del Ferrocarril de Guatemala (Guatemala Railroad Company), incorporada bajo las leyes del Estado de Nueva Jersey, con un capital de US$40 millones. La nueva compañía tomó el trecho de 136 millas que ya estaba funcionando desde Puerto Barrios y construyó las restantes 61 millas sobre terreno montañoso hasta la ciudad de Guatemala.

En 1912 esta compañía cambió de nombre y se llamó Ferrocarriles Internacionales de Centro América (International Railways of Central America) y tomó posesión del Ferrocarril del Occidente con sus 200 millas de vía. Este sistema ferrocarrilero, que se extendía desde Guatemala hasta El Salvador, fue creciendo con los años.

En 1930 Ferrocarriles Internacionales administraba aproximadamente unas 887 millas de vía férrea.

Puerto Concepción del Mar

Los Ferrocarriles Internacionales, por tener muy poco tráfico para hacer frente a sus gastos, habían estado al borde de la bancarrota y en la esperanza de solventar sus dificultades financieras, solicitaron la ayuda de la United Fruit Company y llegaron a un arreglo que entró en vigor en 1936. Con anterioridad a esto, la United había firmado un contrato con el Gobierno de Guatemala que le concedía el derecho de establecer grandes plantaciones bananeras en Tiquisate, en la costa del Pacífico, y la obligaba a construir, por su propia cuenta, una línea férrea desde Tiquisate hasta un fondeadero en el Pacífico llamado Concepción del Mar. De acuerdo con el contrato, este sería un puerto abierto para toda clase de comercio. Si este puerto se hubiese construido los Ferrocarriles Internacionales inevitablemente habrían perdido mucho de su provechoso tráfico de larga distancia desde la costa occidental hasta Puerto Barrios en el Atlántico. La mayor parte de ese tráfico, especialmente café de exportación, se habría embarcado en el puerto del Pacífico.

Contrato Conflictivo UFCO-IRCA

En estas condiciones, y presionada para que ayudara a solventar las dificultades financieras del ferrocarril, la United Fruit accedió en 1936 a no construir el puerto en la costa del Pacífico cerca del cual se habían ubicado los cultivos de banano de Tiquisate. Formalizó entonces un arreglo de derecho de tráfico con los Ferrocarriles Internacionales que le permitía embarcar toda la fruta de la costa del Pacífico usando las vías de los Ferrocarriles Internacionales hasta Puerto Barrios, unas 288 millas hasta el Atlántico.

Este arreglo, que originalmente se hizo por 25 años, más tarde se extendió hasta 1968. Bajo sus cláusulas, la United contribuyó con sumas sustanciales de capital en efectivo y equipo para los Ferrocarriles Internacionales y logró tarifas preferenciales para el acarreo de su fruta.

La modificación del plan original de la United respecto de sus operaciones en la costa del Pacífico y sus relaciones posteriores con los Ferrocarriles Internacionales han constituido uno de los mayores motivos de crítica en contra de la compañía en Guatemala.

ESCRITO POR:

José Molina Calderón

Economista. Consultor en gobierno corporativo de empresas familiares. Director externo en juntas directivas. Miembro de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala. Autor de libros de historia económica de Guatemala.

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