Baja Verapaz

La flor nacional está en peligro de extinción

El símbolo patrio  Monja Blanca  ha ido desapareciendo de su habitat natural y  para evitar que se extinga  depende ahora de  cultivadores privados de orquídeas, según conocedores del problema.

La Monja Blanca —<em>Lycaste Virginalis</em>— es posible verla en exposiciones de coleccionistas privados de orquídeas. (Foto Prensa Libre: Carlos Grave)

La Monja Blanca —Lycaste Virginalis— es posible verla en exposiciones de coleccionistas privados de orquídeas. (Foto Prensa Libre: Carlos Grave)

SALAMÁ – El hábitat natural de la Monja Blanca —Lycaste Virginalis— son los bosques nubosos, especialmente los de las Verapaces;   sin embargo, desde hace varios años se redujo su variedad silvestre. “Aquí en esta zona ya tenemos varios años de no verla”, afirma Rosa Xoy, quien vende  orquídeas en  Baja Verapaz.

Sin embargo, Rubén Arriola Batres, miembro de la Asociación de Orquideología de Baja Verapaz, comentó: “No se puede decir que está extinta, porque aún se puede observar en colecciones privadas, por lo que sería muy prematura hacer esta afirmación”.

Pese a ello, Arriola considera que  son pocos los  coleccionistas de orquídeas que tienen Monja Blanca.

Arriola no descarta que en los bosques de las Verapaces pueda encontrarse esta flor, aunque señaló que tendría que ser en áreas donde no hay presencia humana. “Hay que tener  claro que somos nosotros los  responsables de dañar el hábitat de la flora y fauna”, señaló.

Falta consciencia

Expuso que muchas especies de flora y fauna han desaparecido, pero se debe a la falta de conciencia de los vecinos sobre la preservación de  la vida que nos rodea.

Rosa Xoy, quien desde hace cinco años  vende  orquídeas en  uno de los límites del bosque nuboso,  contó que ofrecen una amplia variedad de estas flores, pero no   de Monja Blanca.

La vendedora recuerda que antes se internaban en los bosques, hacia la Sierra de Las Minas, donde podían observar algunas. “Caminábamos hasta ocho horas para poder encontrar algunas”, refirió.

Los vendedores saben que la manera más segura de encontrar monjas blancas ahora es con coleccionistas privados.

“Nos cuentan que personas que viven en el sector del bosque nuboso, principalmente en las fincas privadas, conservan esta flor”, relató.

Marlen de Moyno,  miembro de la Asociación del Bosque Nuboso, explicó que los vendedores de orquídeas están autorizados para vender solo especies que no están en peligro de extinción, por lo que aunque hubiera monjas blancas, no podrían  comercializarlas.

Agregó que la flor nacional todavía se encuentra en  las Verapaces, ya que la cultivan en al menos 15 fincas privadas que hay en ese sector.

De Moyno refirió que también tienen   esta flor en su hábitat  en el Biotopo del Quetzal Mario Dary, aunque la mayor parte del año pasa desapercibida. “Lo que sucede es que solo florece una vez al año, más o menos entre septiembre y diciembre, que  es cuando se puede observar   en su máximo esplendor”, refirió.

Propone rescate

Los coleccionistas deberían  donar ejemplares de la Monja Blanca para promover su rescate, sugirió Mayra Oliva, coordinadora del bosque nuboso. 

Explicó que de un  pseudobulbo de la planta  se pueden extraer hasta tres millones de semillas, en laboratorio. 

Oliva considera que el Consejo Nacional de Áreas Protegidas y el Ministerio de Ambiente deben  tener un papel protagónico en el rescate de esta orquídea, en su hábitat.

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