Refirió que la pobreza en la que se vive en las áreas, especialmente en las rurales, es el factor principal que genera que los menores trabajen desde edades tan tempranas, como los 7 años.
Sube 7%
El estudio revela que en el 2011 en Chimaltenango unos 36 mil niños desempeñaban algún trabajo a medio tiempo o jornada completa y ahora se estima que surgieron tres mil nuevos casos, por lo que el índice subió a 7 por ciento.
“Calculamos que de los 39 mil niños que trabajan en Chimaltenango, el 80 por ciento lo hace en la agricultura, 15 por ciento en el sector informal y el 5 por ciento en trabajos domésticos, exponiéndose a peligros en los cuales podrían hasta perder la vida”, dijo Celada.
Gladys Marroquín, coordinadora de Ceadel, expuso que esta investigación les llevó un año de trabajo y que la mayoría de niños sufre de algún quebranto de salud cuando sale a las calles a laborar.
Añadió que otro dato importante del estudio es que la mayoría de niños trabajadores pertenecen a Quiché y Sololá, pero han tenido que emigrar a Chimaltenango para conseguir una fuente de empleo.
Amanda Araceli Orellana, delegada de la Sección Especializada en Niñez y Adolescencia de la Policía Nacional Civil, expuso que cuando se han hecho rescates de niños de la calle, estos han indicado que son sus padres quienes los obligan a trabajar.
Lamentó que esta situación no esté tipificada como delito, por lo que los menores deben volver con sus padres y a los pocos días van nuevamente a la calle a trabajar.