“Creo que es una señal de parte de Dios de que guardemos la calma en medio de las dificultades. Que comprendamos que tenemos que cambiar nuestra forma de vivir y que todo lo que existe está bajo su cuidado”, manifestó Yolanda Sagastume, vecina de Camotán.

“La naturaleza tiene su equilibrio natural y somos nosotros quienes hemos alterado ese balance.
Construimos en las orillas de ríos y barrancos y luego nos quejamos de las tragedias. Tenemos que comprender que no podemos retar a la naturaleza y para mí este fenómeno no es más que una advertencia”, expresó Cristian Ramírez, residente de Jocotán.

Muchas personas salieron de sus viviendas para contemplar el fenómeno que duró aproximadamente 10 minutos, antes de cambiar a un color rojizo y finalmente desaparecer en el cielo despejado.

Explicación

Jorge Pacheco, delegado de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres en Chiquimula, indicó que el fenómeno no es más que una señal de variante entre condiciones climáticas.

“Es una refracción prismática de los rayos del sol en las columnas de agua que se acumulan en las nubes. No es para nada ningún presagio sobre tragedias o señales, es algo normal en la naturaleza y lo que debemos hacer es apreciar la belleza contenida en el fenómeno”, resaltó Pacheco.

Monitoreo de ríos

El delegado también afirmó que se mantienen constantes monitoreos en los principales ríos del departamento como el San José, Shutaque y Jupilingo, los cuales han incrementado en gran manera su cauce. Hasta esta mañana las autoridades no habían registrado ninguna víctima debido a esas crecientes.