Chiquimula

Solo y en medio del silencio, así murió Don Tavo, el frutero más conocido de Ipala

Octavio Urrutia Santiago, de 83 años, era un personaje reconocido por su laboriosidad y dedicación a la venta de frutas en Ipala, Chiquimula; sin embargo, su historia tuvo un triste final, pues el pasado 18 de octubre fue encontrado en su vivienda, días después de haber fallecido.

Octavio Urrutia Santiago, de 83 años, se dedicaba a vender frutas y manías en el parque Ismael Cerna, Ipala. (Foto Prensa Libre: Mario Morales)

Octavio Urrutia Santiago, de 83 años, se dedicaba a vender frutas y manías en el parque Ismael Cerna, Ipala. (Foto Prensa Libre: Mario Morales)

Don Tavo, como le llamaban, era originario de San Jacinto Chiquimula, pero desde hace varios años vivía solo en Las Flores, Ipala, pues su esposa falleció y nunca tuvieron hijos.

Según algunos vecinos, Urrutia padecía diabetes y tenía dificultad para movilizar su pierna izquierda, debido a un accidente que sufrió hace 7 años, que le impidió seguir con su negocio.

“Don Tavo vendió por más 40 años frutas y manías en el parque Ismael Cerna. Todas las tardes lo veíamos jalando su carreta en la que transportaba el producto”, dijo una vecina.

Manifestó que varios vecinos y altruistas que conocían su historia le proveían de medicamentos, productos de limpieza personal y víveres para su subsistencia.

La mañana del 18 de octubre, los vecinos se sorprendieron al observar que socorristas y agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) ingresaron a la vivienda del anciano y encontraron su cadáver ya en estado de descomposición.

Socorristas informaron que la víctima murió por causa natural, pues no presentaba señales de violencia. Además, indicaron que tenía unos tres días de haber fallecido, y ya generaba malos olores.  

“Era muy conocido y querido por su espíritu de servicio, lamentamos que haya muerto solo y en silencio. Lo recordaremos con cariño”, indicó Karen Villafuerte, ama de casa.

Danilo Ramírez, vecino, expresó: “Lamento que don Tavo haya tenido este triste final, ahora descansa en paz y supo que la población de Ipala lo quería y respetaba. Era un hombre respetuoso y sin vicios”.

Don Tavo fue velado en una iglesia evangélica de Ipala y sepultado en el cementerio del municipio por los vecinos, que al final de cuentas se convirtieron en su única familia quienes le dieron el último adiós.

ESCRITO POR: