Ciudades

El amor y la marimba los mantiene unidos

<span style="font-size: 12px;">Todo comenzó con una plática en los asientos de un bus de la ruta 16 de la empresa La Fe hace, 45 años, y desde entonces el amor y varios gustos en común los mantiene unidos, pero especialmente el placer que comparten al bailar al ritmo de la marimba.</span>

Sin importar el lugar, Macario Chitay y su esposa Clara Luz Hernández bailan hasta seis horas al ritmo de la marimba.(Foto Prensa Libre: cortesía)

Sin importar el lugar, Macario Chitay y su esposa Clara Luz Hernández bailan hasta seis horas al ritmo de la marimba.(Foto Prensa Libre: cortesía)

Macario Chitay y su esposa Clara Luz Hernández de Chitay, ambos de 69 años, son muy conocidos en la colonia San Martín, zona 7, donde vivieron su niñez y a donde regresaban una tarde cuando coincidieron en el mismo asiento del bus.

Su gusto por bailar marimba no ha significado ganancias y tampoco buscan reconocimiento, únicamente quieren satisfacer su gusto y “hacer ejercicio para mantenerse bien de salud”, pero sobre todo, ayudar a mantener vivo el sonido del instrumento nacional.

En los centros comerciales donde se desarrollan eventos con el sonido autóctono de la marimba ya son conocidos. Nunca faltan sus pasos al compás de cada pieza, su baile para muchos es una cátedra y un llamado a la juventud para que aprecien las tradiciones nacionales.

Don Maco y doña Clara, como los conocen sus amigos, han bailado con marimba desde que tienen consciencia, nunca faltan a los eventos públicos y seis horas de pie no son suficientes para agotar su energía.

Se conocieron hace 45 años y desde entonces el amor y el gusto por la marimba los ha mantenido juntos.(Prensa Libre:cortesía)

Pareja inseparable

La pareja no ha bailado por gusto, ha recibido premios en concursos y su gusto por la marimba ha sido plasmado en notas periodísticas durante años.

A pesar de su edad no bajan la guardia. Siempre están atentos a las agendas de los eventos o son invitados por los organizadores, no necesitan ensayo, el día del evento únicamente se presentan para bailar hasta el final.

“Nos sentimos contentos porque es ejercicio y nos mantiene bien de salud, además impulsamos lo nuestro y somos muy amigos de quienes tocan marimba. Nos dicen los bailarines”, dice Chitay con una sonrisa  junto a su esposa, mientras ambos muestran fotografías de los eventos donde han participado.

“Todos los compañeros son una familia. Cuando vamos a los bailes nos encontramos, nos saludamos, nos gusta el instrumento de la marimba. Los que bailamos siempre nos conocemos y nos comunicamos para saber donde habrá concierto”, dice Hernández.

La pareja tiene tres hijas, nietos y bisnietos. Todos los días, mientras cumplen con sus quehaceres por separado sintonizan emisoras en las que transmiten música de marimba.

Han recibido premios en concursos de baile de marimba.(Prensa Libre:cortesía)

Hace cuatro años la municipalidad capitalina organizó un concurso de baile con marimba en la zona 11, y obtuvieron en primer lugar.

“Es importante que la juventud escuche la marimba pura y que también amenicen el baile. Instamos a los jóvenes a que escuchen marimba y que le den valor a lo que tenemos”, señala Chitay.

“No es solo de ponerse a bailar marimba. Cada pieza se baila de diferente manera. Hay eventos en los que también bailamos música de la década de 1960 y ritmos de cumbia. Todavía tenemos bastante energía y esperamos tenerla muchos años más”, puntualiza Hernández.
 

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