Las autoridades informaron que luego del percance cinco personas, entre ellas los menores, quedaron heridas y fueron trasladadas a centros asistenciales. Nixon y Ezequiel fallecieron en su ingreso al Hospital de Niños UCSF Benioff, en Oakland.
Magda, la madre de los menores, fue trasladada al Hospital Highland, junto a los ocupantes del otro automotor. Médicos confirmaron que los tres estaban en condiciones estables.
La Policía hizo un llamado a las personas para que puedan aportar información sobre el percance, donde fallecieron los dos menores. Hasta el momento no se descarta la excesiva velocidad y se investiga si los dos ocupantes del otro vehículo iban en estado de ebriedad.
Campaña de apoyo
Nixón López, padre de los menores, fue entrevistado por Univisión 14, y comentó: “Tengo la certeza de que los voy a volver a ver. No se va a dar en esta tierra, se va a dar en la pronta venida de Él (Dios)”.
La familia López Ovalle fue la más afectada, debido al fuerte impactó en un costado del vehículo en el que viajaban.
La tristeza invade al progenitor, quien señaló que la imprudencia en el volante ha causado luto.
“Si podemos ver en todas las calles, parecen autopistas. Les han arrebatado la vida a mis dos pequeños inocentes, por la imprudencia de alguien que manejaba a excesiva velocidad”, refirió durante la entrevista.
“Los niños pasaron a estar con su Salvador y Señor. Su inesperado fallecimiento ha dejado un gran vacío en nuestros corazones. No podemos entender el porqué; sin embargo, lo que sí sabemos es que los planes de Dios son perfectos. Él tiene el control”, comentó el pastor Isaí Hurtado, quien apoya una colecta para cubrir gastos de funeral.
Hurtado ha creado una cuenta en GoFundMe para que la comunidad guatemalteca y otras personas de buen corazón contribuyan para cubrir los gastos de funeral. Además, ayudar a pagar los gastos de hospital y pagar deudas en los servicios de la vivienda de la familia López Ovalle.
“La comunidad de Lazear Charter está sufriendo la devastadora pérdida de dos de sus estudiantes, Ezequiel López, de primer grado, y Nixon López, sexto grado. Eran niños dulces, divertidos y cariñosos, que brindaban sonrisas a sus amigos y al personal de Lazear”, se lee en la campaña de donación.
“Estamos profundamente tristes por la pérdida de estos estudiantes, cuyo futuro brillante fue desvanecido pronto. Sólo podemos imaginar el dolor que siente la familia.
López recordaba, durante la entrevista con Univisión, la alegría de sus pequeños en el hogar. “Estaba acostumbrado a verlos jugar. Ya no los voy a ver más. Siempre decían: yo cuando sea grande quiero ser policía; y el otro: no, yo bombero”.
