Ciudades

Niños que caminan entre el lodo para estudiar reciben botas de hule

Daniel tiene 10 años y todos los días camina unos cinco kilómetros para recibir clases en la Escuela Rural de San Antonio Ceibal, Puerto Barrios, donde al igual que sus compañeros, para llegar debe pasar en pastizales con lodo; además, las aulas son de piso de tierra; ese esfuerzo motivó a que un grupo de jóvenes les donara botas y zapatos.   

Daniel se pones botas que le fueron donado por una organización de jóvenes. (Foto Prensa Libre: Dony Stewart).

Daniel se pones botas que le fueron donado por una organización de jóvenes. (Foto Prensa Libre: Dony Stewart).

La referida comunidad está a 18 kilómetros del área urbana de Puerto Barrios, en un sector montañoso en Punta de Manabique.


A Daniel, al igual que otros 29 estudiantes, los motiva el deseo de superación y para llegar al establecimiento educativo no les importa cruzar por terrenos baldíos que cuando llueve se llenan de agua y lodo.

Además, las aulas de la escuela son de piso de tierra lo que complica la situación de los menores, por lo que el donativo será de gran ayuda para los infantes.  

“Camino bastante desde mi casa para llegar a la escuela, curso tercero primaria y estoy contento porque las botas me servirán mucho”, manifestó Daniel.     

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Joel Suazo, integrante de la agrupación Yo amo Puerto Barrios que impulsó el donativo, indicó que efectuaron un análisis de las necesidades de los menores y visitaron comercios para conseguir fondos. Agregó que la donación está valorada en Q1 mil 200. 

Algunos de los estudiantes de la Escuela Rural de San Antonio Ceibal que fueron beneficiados con calzado. (Foto Prensa Libre: Dony Stewart).

Apoyo constante 

Suazo indicó que durante tres años consecutivos han apoyado a niños de la aldea San Antonio El Ceibal, ya que también los han beneficiado con mochilas, útiles escolares y libros de texto.

“Para mí es un placer compartir lo poco o mucho que Dios y la vida me han otorgado, sin esperar recibir un halago o aplauso al hacer este tipo de donaciones”, añadió Suazo.

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Lorena Aguirre, docente de la escuela, expresó su agradecimiento por la donación en favor de los niños, pues la mayoría vive en extrema pobreza, pero eso no ha detenido su deseo de estudiar.

“Los jóvenes han venido en varias ocasiones para hacer actividades lúdicas con los niños en épocas especiales como Navidad, también han donado regalos, piñatas, pastel, pizza y vestuario”, manifestó Aguirre.

Estudiantes de la Escuela Rural de San Antonio Ceibal, Puerto Barrios, reciben clases en salones de piso de tierra. (Foto Prensa Libre: Dony Stewart).

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