Debido a esa situación, los vecinos están preocupados porque las lluvias no cesan y la humedad en el suelo podría causar más deslaves en la región.

Eladio Xirum, de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), dijo que se evaluará la situación de las familias damnificadas y se descarta que se necesite albergar a personas.

Pedro Gamarro, alcalde de Chicamán, señaló que ya se gestionó la limpieza con la Zona Vial de Caminos de Quiché, para que envíen maquinaria para despejar la carretera, afectada por dos bloqueos más en otros sectores del municipio.

Carreta intransitable

Aparte, la ruta que conduce a San Andrés Sajcabajá está intransitable. Los 11 kilómetros de terracería se han convertido en la pesadilla dpara los habitantes de ese municipio y de Canillá.Las personas que se aventuran o por necesidad tienen que viajar  saben que pueden quedarse atascados en el lodo. 

En los restantes 25 kilómetros pavimentados hay varios derrumbes que obstaculizan el paso en un carril. Además, tres ríos atraviesan la ruta en diferentes sectores, los cuales al crecer amenazan con impedir la circulación.

Al lugar llegó maquinaria de la Zona Vial número 13, pero la carretera está en mal estado, por lo que la solución es momentánea. En muchas ocasiones la maquinaria ayuda a los conductores que se han quedado atrapados en sus vehículos o el servicio de bus extraurbano.

Nery Quintana, alcalde de San Andrés Sajcabajá, comentó que hacen falta construir los 11 kilómetros, pero ya están en licitación, pero mientras se adjudica la obra siguen sufriendo por el mal estado de la carretera.

Recordó que utilizaban una ruta alterna cuando ese tramo se complicaba por las lluvias, pero al caer el puente Paxejá, la semana pasada, complicó aún más  la situación, por lo que temen que la maquinaria de caminos se retire y  queden completamente incomunicados.