Según un testigo, el supuesto guía le ofreció de una forma insistente sus servicios turísticos al extranjero, pese que este ya se había negado a recibirlos y en un ataque de desesperación por la insistencia lo agredió.
Otros guías, autorizados por el Instituto Guatemalteco de Turismo, afirmaron desconocer el hecho e indicaron que no identifican al agredido. Reconocieron que en la actualidad hay personas que se hacen pasar como guías y muchas veces no tienen la experiencia necesaria ni la amabilidad para brindar servicios profesionales.
Aunque repudiaron la agresión, aseguraron que por ser un escándalo en la vía pública el procedimiento debió resolverse en los juzgados, para establecer la responsabilidad del extranjero.
La persona que captó la imagen y que por seguridad no quiso identificarse, mencionó que “un agente” separó a los hombres de la trifulca protagonizada en la vía pública, posteriormente dejó ir las personas.
Algunos antigüeños cuestionaron qué hubiera ocurrido si el extranjero hubiera sido el agredido.