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Museo expone bienes y enseres de Jesús Sepultado de San Felipe

A un costado del templo de San Felipe de Jesús, en la aldea del mismo nombre, Antigua Guatemala, Sacatepéquez, se encuentra el museo José Ramiro Pellecer Samayoa, de la Hermandad del Señor Sepultado de esa parroquia.

El vicario episcopal Ramiro Pellecer corta la cinta simbólica de inauguración del museo que lleva su nombre, en San Felipe de Jesús, Antigua Guatemala. (Foto Prensa Libre: Julio Sicán)

El vicario episcopal Ramiro Pellecer corta la cinta simbólica de inauguración del museo que lleva su nombre, en San Felipe de Jesús, Antigua Guatemala. (Foto Prensa Libre: Julio Sicán)

El museo fue habilitado esta semana con el objetivo de rendir homenaje a monseñor Pellecer, vicario episcopal, quien llegó San Felipe hace 31 años, y para exponer piezas valiosas de la parroquia y la Hemandad.

En el lugar se exponen las 14 estaciones del Viacrucis, la urna procesional del Señor Sepultado,  un mosaico de fotografías procesionales y turnos que datan de 1938, el coro angelical, dos murales y una pintura del rostro de la imagen.

El 5 de agosto del año pasado, la junta directiva de la Hermandad autorizó la remodelación del salón de sesiones para habilitar dicho museo, con un costo de más de Q150 mil, indicó el presidente de esa entidad, Víctor Berdúo.

Ya estoy muy viejo. Ya no veo nada, oigo mucho y todo me hace mal. Ya tengo que irme y dejarle todo esto a un sacerdote joven que tenga ánimo.


“El museo es un homenaje a nuestro director espiritual, monseñor Ramiro Pellecer, por su abnegado trabajo desde hace 31 años”, puntualizó.

El acto de inauguración se llevó a cabo el martes último, en la sala de candelas, donde un pequeño grupo de integrantes de la hermandad, familiares del obispo homenajeado y amigos se dieron cita para ser testigos de la apertura  de la exposición.

“Este acto es un momento casi de familia porque están reunidas cuatro generaciones de familias que han unido esfuerzos para mantener el fervor y la tradición religiosa, patrimonio intangible de los antigüeños”, destacó el cronista Enrique Berdúo.

“Los bienes y enseres expuestos no solo tienen un valor artístico, también son joyas espirituales, porque fueron ofrendadas por los devotos con amor, por una acción de gracias o por un momento de angustia”, agregó.

El obispo Ramiro Pellecer agradeció a la hermandad el homenaje y recordó que de niño, junto a sus padres y hermanos, visitaba con frecuencia al Señor de San Felipe.

“Me ha tocado escuchar historias de milagros de gente que viene a pedir con fe un favor y luego regresan para agradecerle a Jesús Sepultado”, manifestó el religioso.

Pellecer agregó que el logro más grande de toda su gestión es el respeto a la imagen de Jesús Sepultado  que se constata el Viernes Santo, además de la humildad y sencillez de los integrantes de la Hermandad.

“Ya estoy muy viejo.  Ya no veo nada, oigo mucho y todo me hace mal. Ya tengo que irme y dejarle todo esto a un sacerdote joven que tenga ánimo”, expresó el obispo.