“Usted ve el colorido de Guatemala en todos lados, desde la pelota de tripa de coche, los juegos de la feria, los tecolotes amarillos de barro, hasta en nuestra ave nacional, el Quetzal, que contrasta su verde con el rojo. Mi trabajo ha sido integrarlo en la plástica”, dice Fortuny.
El nombre de la exposición queda como anillo al dedo si se considera que el arte de Fortuny siempre ha estado marcado por el uso arriesgado de tonos fuertes.
“Mi pintura ha sido característica de amarillos, rojos, azules, pitaya, morados y fucsia. Hace unos 30 años nadie quería exponer a mi lado porque mis cuatros siempre eran chilatosos”, recuerda el maestro. Sin embargo, esto no ha sido una limitante. De hecho, su arte también ha sido un medio para plasmar la flora, fauna, tradiciones y arquitectura colonial del país como las icónicas cúpulas, pilas y campanas de Antigua Guatemala. Todos estos rasgos están presentes en esta nueva exposición, que reúne 32 cuadros.
César Fortuny y sus colores también cuenta con una escultura de bronce del Quetzal, elaborada por el maestro, quien inició su trayectoria de la mano de Efraín Recinos. A la fecha, ha plasmado su concepto en murales del Palacio de la Cultura y lo ha llevado a diferentes países como Panamá, México, Noruega, Corea del Sur, Estados Unidos e Israel.
“Todo aquel que vaya a la exposición se topará con algo diferente, con un colorido alegre que les brindará una sensación de bienestar”, dice Fortuny.
Hoja de vida
César Fortuny nació en Cuilapa, Santa Rosa, en 1944.
– Estudió arquitectura y diseño gráfico en la Universidad de San Carlos de Guatemala.
– Tomó cursos de muralismo en la Academia San Carlos de Bellas Artes, en México.
– Desde 1965 ha presentado casi 80 exposiciones individuales y más de cien colectivas en diferentes países.
– Entre sus obras figuran varias temáticas: aves, civilización maya, cúpulas y tradiciones locales.