Escenario

Siete piezas del misterio del Cristo de Esquipulas

Hoy es el Día de la Solemnidad del Santo Cristo de Esquipulas, que se venera en dicha localidad de Chiquimula: un misterio sacro. 

“Cuando sea levantado atraeré a todos hacia mí”, (Jn. 12,32) es una cita bíblica que se cumple en Esquipulas: desde hace cuatro siglos millones de peregrinos van donde el Señor, que con los brazos abiertos los recibe, consuela y bendice.

1. Así que la primera pieza del misterio del milagro de Esquipulas es el acto de fe que representa emprender una peregrinación o “romería”: una trayectoria en la que se va buscando algo grande, que trasciende y empuja a caminar; es el encuentro con una persona, con un “alguien” vivo, que desde la sencillez de una imagen “bien perfecta y acabada” —según la descripción colonial— es capaz de transmitir algo que solo desde la fe se puede comprender, “aquello que ni el ojo vio ni el oído oyó.

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2. Joya colonial
Terminada en 1759, la magnífica basílica es uno más de los milagros del Crucificado, pues se superó la carencia de materiales y artesanos. Es un faro de fe cuya conservación es un reto constante. *Sacerdote de la orden Benedictina, a cargo del cuidado de la Basílica de Esquipulas.

3. El Crucificado
Esta es  la imagen colonial más famosa de Guatemala. Llegó a Esquipulas en 1596 y por  90 años se desconocía a su autor. En 1686  se halló el contrato, por 100 tostones, con el artista Quirio Cataño.

4. Agua bendita
No hay visita que termine sin bendición de personas, autos y objetos piadosos. Debajo del Camarín existió un brocal de un pozo que ya no está en uso. No obstante, la aspersión sacra sigue a diario.

5. La foto
Tampoco hay peregrinación que no se lleve un recuerdo frente a la basílica: instante que evoca un viaje de fe, una vivencia familiar y una oración interminable frente al Cristo Negro.

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6. Monjes
En 1959 llegaron a Guatemala los monjes benedictinos, a petición del obispo Mariano Rossell y Arellano, debido a su  carisma “ora y labora”, y porque era la orden religiosa más indicada para atender a los peregrinos. Garantizaba que habría una “comunidad estable” que día y noche elevara plegarias al Señor Crucificado por las necesidades de Guatemala y de todo el mundo.  Actualmente son 17 los monjes benedictinos  a cargo de la atención espiritual y el cuidado material del Santuario.

7. Dulces recuerdos
Los frutos culturales de esta tierra de fe abarcan también la gastronomía. Quién no desea tener una conserva de coco, toronja, anicillos y demás dulces típicos, que envueltos artesanalmente en los típicos canastos con papel celofán indican la procedencia indiscutible: Esquipulas.  Lo mismo cabe afirmar del “sombrerito de Esquipulas”, que partiendo de reliquias que los peregrinos iban encontrando en el camino  se han convertido en un símbolo inconfundible, al igual que los gusanos coloridos de pino que adornan los vehículos de los fieles que regresan.

*Sacerdote de la orden Benedictina, a cargo del cuidado de la Basílica de Esquipulas.

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