Escenario

Robelio Méndez, embajador de la marimba

Robelio Méndez es un músico guatemalteco, que durante décadas ha sido un embajador de la música de marimba en diferentes países de América y Europa.

El maestro y educador Robelio Méndez. (Foto Prensa Libre: Billy Quijada)

El maestro y educador Robelio Méndez. (Foto Prensa Libre: Billy Quijada)

Hoy, a un mes y pocos días de que el artista cumpla 85 años, el Centro Cultural Universitario, de la Universidad San Carlos de Guatemala, le hará un homenaje con un concierto especial, en el cual se ensamblarán tres marimbas nacionales —la de la Universidad de San Carlos de Guatemala; la de la Escuela Superior de Arte Usac y la de la Marimba Nacional de Concierto— para interpretar varias melodías, entre ellas, algunas de las grandes obras de Méndez: Nana Oly, Paula María y Volcanes Marquenses.

Con motivo de la gala que se realizará a las 18 horas, en el antiguo Paraninfo Universitario —2a. Av. 12-40, zona 1—, Prensa Libre conversó con el maestro acerca de su trayectoria musical, su gusto por la marimba y su preocupación ante la desvalorización de ese instrumento.

¿Cómo surgió su interés por la música?

Vengo de una familia de marimbistas y desde que tenía 4 años me interesé mucho por ejecutar el instrumento. A esa edad aprendí a tocar literalmente al oído, pues como no alcanzaba a ver el teclado de la marimba, solo lograba estirar los brazos para pulsar las teclas, de las cuales ya conocía el sonido de cada una para no equivocarme.

A los 10 años me interesé por el saxofón. Recuerdo que mi hermano tenía uno y cuando él no estaba, aprovechaba para usarlo. Un día me descubrió y se enojó conmigo, pero luego me enseñó mucho de lo que sabía.

¿Cuándo se profesionalizó en la música?

Cuando llegué a la institución ya sabía tocar marimba, saxofón y violín “al oído”. Mi sueño era convertirme en pianista profesional, pero me topé con que me pusieron a aprender contrabajo, lo cual no me interesaba, por lo que renuncié y decidí regresar a mi pueblo —San Pedro Sacatepéquez, San Marcos—.

Después me tocó enlistarme en la sexta zona militar del Ejército, en Quiché, donde tuve la oportunidad de pertenecer a la banda musical del destacamento. Cuando fue la Revolución de 1954, el presidente Carlos Castillo Armas nos visitó y al escucharme tocar me ofreció estudiar en el Conservatorio. Regresé a la capital ese año y finalmente me gradué como pianista.

Además de ser músico, ¿qué más ha hecho?

Fui futbolista y poeta. Tengo varias medallas de mi época como seleccionado del equipo de Quiché y buenos recuerdos de los versos que le escribía a los altos mandos del Ejército para que se los dedicaran a sus novias —ríe—.

¿Considera que se ha desvalorizado la marimba en la actualidad?

Siempre insto a que los educadores y padres de familia motiven a los niños a escuchar marimba y a estudiarla. Es un instrumento valiosísimo y tienen que conocerlo las futuras generaciones.

Las estaciones de radio deberían de difundir la música de marimba, además de todo lo que transmiten. La marimba no es un instrumento que se creó en Guatemala, pero aquí se ha desarrollado más la técnica de su ejecución y es donde hay más conjuntos musicales que la emplean.

¿Qué temas de marimba le gustan más?

Me encanta un son que se llama Amanecer, del maestro Léster Godínez; pero para ejecutar, me gusta el Ave lira, Fiesta de pájaros, La noche de luna entre las ruinas, En las cumbres y todas las de Domingo Bethancourt.

¿Cómo se siente por el homenaje?

Me siento honrado, pero me parece que es mucho para mí. A pesar de eso estoy emocionado porque me doy cuenta que todo lo que he hecho en la vida ha tenido un fruto.

TRAYECTORIA

Robelio Méndez nació en San Pedro Sacatepéquez, San Marcos, el 4 de junio de 1929.

Fue catedrático en el Conservatorio Nacional de Música de 1957 a 1994; y de 1971 a 1994, solista de la Orquesta Sinfónica Nacional, en los registros de percusión, saxofón, marimba, piano y celesta.

En 1976 formó la Marimba Clásica y Folclórica del Conservatorio.

Actualmente es maestro del registro de percusión de la Orquesta Sinfónica Nacional, y de marimba y saxofón del Conservatorio.

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