Escenario

Silencio de sirenas

No cantan, sino al contrario, guardan silencio en muros, fuentes y frontispicios de iglesias de Antigua Guatemala. ¿Cómo llegaron hasta aquí? es la pregunta. Hay muchas más de lo que se cree.

Originalmente, en Grecia se les representaba con torso de mujer y cuerpo de ave. Esta iconografía varió a través de los milenios para transformarse en la conocida figura con torso de mujer y cola de pez.

Influencia cultural

Las sirenas llegaron al arte de Santiago de Guatemala, hoy Antigua Guatemala, a través de libros y grabados renacentistas y barrocos de famosos artistas europeos.

Las decoraciones con sirenas fueron muy populares durante el período colonial. Hoy son frecuentes y visibles, sobre todo en la arquitectura y en las fuentes de la ciudad.

Según el Dr. Luis Luján Muñoz (+), las sirenas están entre los rasgos estilísticos que caracterizan las obras del arquitecto mayor Diego de Porres, quien las puso de moda en la primera mitad del siglo XVIII.

Las primeras sirenas conocidas de Diego de Porres se observan en la decoración del remate de la cúpula de La Escuela de Cristo (1730), luego las aplicó magistralmente en las pilastras abalaustradas serlianas, también distintivas de sus construcciones, en las puertas laterales de la Iglesia de Santa Clara.

Su obra más evidente y conocida es la fuente de la Plaza Central de Antigua Guatemala, llamada “De las sirenas”, comisionada a Porres por el Ayuntamiento en 1738. En esta, las efigies manan agua en forma natural y prodigiosa a la vez.

Sin autor

Aún se conservan otras sirenas de autores anónimos en la ciudad colonial, entre las cuales destacan la decoración con sirenas y leones rampantes en el pretil de la cornisa del Colegio Tridentino, en las fachadas decoradas con sirenas de estuco en la Casa Chamorro, también llamada “De las Sirenas”, por lo llamativo de los seres que decoran sus muros exteriores.

Figuran, además, en la casa Siliézar, a pocos metros del parque central.

De las dos fuentes conventuales con sirenas, la más antigua es la de San Francisco El Grande, actualmente reubicada en el atrio de La Merced —del siglo XVII—. La enorme y muy bella fuente del claustro mercedario está decorada con ocho sirenas aladas.

Las sirenas fueron muy populares en los búcaros de los patios y jardines de las casas señoriales, muchos de los cuales han sido destruidos y perduran algunos pocos de gran belleza. Es necesario dar a conocer estos valores culturales nacionales para apreciarlos y propiciar su preservación para las generaciones venideras.

SIRENAS

Seres mitológicos  que en la antigüedad eran  aves con cabeza de mujer y evolucionaron, en la Edad Media, a un torso de mujer con cola de pez, para simbolizar las  tentaciones mundanas.

En el Renacimiento se volvieron un motivo estético, y en la época colonial casi se les dio carácter de realidad al confundirlas con los manatíes, mamíferos acuáticos.

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