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Eurocopa 2016: ¿Por qué Portugal es el reto más difícil en la carrera de Cristiano Ronaldo?

Cristiano Ronaldo no olvida. El que ha sido uno de los grandes futbolistas de la historia, devorador de récords y títulos, mantiene una espina clavada desde el 4 de julio de 2004.

Ese día ocurrió la mayor tragedia deportiva para el futbol portugués, la derrota contra Grecia en la final de la Eurocopa jugada en casa, y Ronaldo fue uno de los responsables.

Su llanto desconsolado quedó captado en una imagen que simbolizó el sentimiento general de todo el país.

El espectacular salto de Cristiano Ronaldo que llevó a Portugal a la final de la Eurocopa 2016

Nunca antes Portugal había estado tan cerca de alcanzar la gloria en el futbol, pero fue incapaz de lograrlo, reforzando el estigma que arrastran por décadas, el de ser una selección destinada a perder.

“Espero esta vez llorar de alegría”, deseó Ronaldo tras asegurar la clasificación de Portugal a la final de la Eurocopa 2016 luego de la victoria contra Gales.

No pudo evitar hacer referencia a la noche que vivió en Lisboa hace 12 años.

Ahora tendrá la oportunidad de borrar aquel recuerdo este domingo en el partido decisivo contra Francia, la anfitriona, y de paso superar el que está resultando el reto más difícil de su carrera, darle un título a Portugal.

Eterna espera

Pese a que ha dado a tres de los mejores jugadores de la historia y que históricamente es protagonista en las principales competencias de clubes, el futbol portugués nunca ha podido ganar un título absoluto de selecciones.

No pudo Eusebio, tampoco Luis Figo y hasta ahora es algo que se le está resistiendo a Ronaldo.

El sufrimiento comenzó en la década de los años 60, coincidiendo con la llegada de la “Perla Negra” de Mozambique al Benfica.

Las Águilas de Lisboa fueron los primeros en romper la hegemonía del Real Madrid en la Copa de Europa, convirtiéndose en el equipo a vencer en la época.

Ganaron dos títulos y disputaron otras tres finales en ocho años, estableciendo la base de las primera selección de Portugal en clasificar a una Copa del Mundo.

Fue en 1966, en Inglaterra. Inspirada por Eusebio, Portugal arrasó en la fase de grupos con claras victorias sobre Hungría, Bulgaria y la doble campeona Brasil.

El triunfo sobre Corea del Norte 5-3, tras remontar una desventaja de tres goles, dejó servido un atractivo duelo de semifinales contra los anfitriones.

Pero Portugal perdió 2-1 y no pudo aprovechar su primera gran oportunidad de conseguir un título.

Se esperaba que el tercer puesto en Inglaterra marcara el comienzo de una época de éxitos para el futbol portugués, pero sucedió todo lo contrario.

Sumó una serie de fracasos en las eliminatorias para la Eurocopa, clasificando por primera vez a una fase final en 1984, mientras que tuvo que esperar 20 años para regresar a una cita mundialista.

En el torneo europeo perdió en semifinales, nuevamente contra el equipo anfitrión. En México 86 no pudo superar la primera ronda al caer eliminado en un grupo integrado junto a Marruecos, Polonia e Inglaterra.

El contraste entre el futbol de selecciones y el de clubes se mantuvo, ya que la base de jugadores de ese equipo fue la que llevó al Porto al título en la Copa de Europa en 1987.

Decepción dorada

Dos años después pareció ocurrir el punto de inflexión, cuando surgió una camada de futbolistas que llevaron a Portugal a la conquista de dos títulos mundiales en categoría juvenil.

Luis Figo, Rui Costa, Fernando Couto o Capucho fueron algunos de los nombres que salieron de allí hasta convertirse en estrellas internacionales.

Sobre todo Figo, quien triunfó en el Barcelona y Real Madrid y obtuvo el Balón de Oro en 2000.

Pero la que prometía ser una generación de oro, terminó siendo la gran decepción del futbol portugués.

Además de ser incapaz de reproducir los éxitos conseguidos en juvenil, Figo y compañía tuvieron que esperar el cambio de milenio para volver a un Mundial, del que se tuvo que despedir en primera ronda.

En la Eurocopa sí ha sido protagonista desde que regresó al torneo en Inglaterra en 1996, pero nunca ha ocupado el papel principal.

Dos veces fue eliminado en cuartos de final, dos en semifinales y con la de este año suma dos finales.

Su frustración es tal que se trata de la selección que más partidos ha disputado en la historia de la Eurocopa sin haber ganado el título.

Ronaldo lleva 12 años intentándolo y el tiempo se agota. Es probable que la de este domingo sea su última oportunidad de levantar el trofeo de campeón.

Una imagen que el fútbol portugués lleva esperando por más de cien años.

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