Sin embargo, el francés —quinto cabeza de serie del torneo luso y número 28 de la clasificación ATP— remontó y le dio la vuelta al marcador hasta forzar el “tie break”, donde confirmó su victoria tras poco menos de hora y media de partido.

Almagro (en el puesto 174 a nivel mundial) había dado la sorpresa al vencer al argentino Leonardo Mayer pero no consiguió imponer su estilo en la tierra batida portuguesa frente a Gasquet, ante el que también cayó en sus dos últimos enfrentamientos directos.

El contendiente del francés mañana será Guillermo García-López, número 31 del mundo y quien superó también hoy al jovencísimo croata Borna Coric.

El albaceteño ganó después de dos horas de intenso juego por 6-3 y 7-6 a Coric, quien a sus 18 años ocupa la posición 55 en el mismo ránking y que no le puso las cosas fáciles.

Después de ganar los torneos de Bucarest y de Zagreb, el tenista español afrontará mañana la oportunidad de meterse en la final de la prueba portuguesa, que se disputará el domingo.

Ya en octavos de final, García-López dio la sorpresa al imponerse ante Anderson, el segundo cabeza de serie del Abierto de Estoril y 17º en la ATP.

En la segunda semifinal individual medirán fuerzas el español Pablo Carreño Busta, 64º en la clasificación ATP, y el australiano Nick Kyrgios, el 46º en ese mismo ránking.

Carreño accedió a la penúltima ronda de la prueba lusa gracias a su triunfo en dos sets sobre el luxemburgués Gilles Muller, el octavo cabeza de serie del torneo portugués y número 45 del mundo.

Carreño superó por 6-2 y 6-4 a su rival en poco más de una hora y cuarto de partido.

El gijonés, de 24 años, se garantizó así una plaza entre los cuatro mejores de la arcilla lusa, donde ya brilló en 2013, cuando alcanzó también las semifinales -fue la sorpresa del torneo- y cayó ante el suizo Stanislas Wawrinka.

El joven Kyrgios venció al holandés Robin Haase por 6-3 y 6-4 y se estrenará por primera vez en su carrera dentro del circuito individual en unas semifinales.