Deporte Internacional

El fin de la era de las súper mujeres en el atletismo mundial

La IAAF estableció un nuevo límite para la participación en sus competiciones de mujeres con alto nivel de testosterona, lo que podría afectar la futura carrera de deportistas como la sudafricana Caster Semenya.

En un comunicado, la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo IAAF señaló que a partir del 1 de noviembre las atletas que participen en pruebas que van desde los 400 metros hasta la milla no podrán superar los cinco nmol por litro de testosterona en sangre.


Aquellas deportistas que tengan un nivel natural superior deberán usar anticonceptivos hormonales por seis meses para mantenerse dentro de los valores autorizados o participar en otras pruebas femeninas o masculinas.

La nueva norma sustituye las regulaciones sobre hiperandrogenismo que fueron suspendidas en 2015 por la Corte Arbitral del Deporte (CAS). El alto tribunal deportivo solicitó entonces a la IAAF revisar sus reglas y someter el asunto a nuevos estudios.

“Las nuevas normas buscan nivelar las condiciones para asegurar que haya una competencia justa en el atletismo, en la que el éxito esté determinado por el talento, la dedicación y el trabajo duro y no por otros factores”, señaló el presidente de la IAAF, el británico Sebastian Coe.

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De aprobar ahora la CAS las nuevas normas, el futuro de deportistas como Semenya en el atletismo podría verse seriamente condicionado.

Semenya, doble campeona olímpica y tres veces campeona mundial en los 800 metros, se ha convertido involuntariamente en el centro de un gran debate en el atletismo por su presunta intersexualidad.

Desde que ganó contra todo pronóstico el título mundial de los 800 metros en 2009, su género ha sido puesto en discusión.

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Si bien nunca fueron revelados los resultados, se cree que cuenta con valores de testosterona mucho más altos que los habituales en otras mujeres, lo que le otorga una ventaja significativa en las competiciones.

La IAAF introdujo sus primeras regulaciones sobre hiperandrogenismo en 2011, cuando estableció un tope para el nivel de testosterona permitido en las atletas femeninas. Pero el caso llegó a la CAS, que decidió suspender la norma y pidió a la IAAF estudiar en mayor profundidad el asunto.

El ente rector del atletismo encomendó un estudio junto a la Agencia Mundial Antidoping (AMA) el año pasado, el cual determinó que las atletas con un nivel de testosterona más alto cuentan con “ventajas significativas”.

El rendimiento puede ser de hasta un 4,5 por ciento superior en pruebas como los 400 o los 800 metros.

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