“Mathieu Valbuena es la víctima. Karim Benzema es un buen tipo, totalmente irreprochable en el Real Madrid. No me agrada sancionar, pero como presidente de la Federación, no puedo permanecer insensible a las escuchas telefónicas que aparecieron en los periódicos respecto a este caso”, explicó el dirigente del fútbol francés.

Los Bleus prepararán y jugarán la Eurocopa, salvo un poco probable vuelco de la situación judicial en favor de Benzema, sin su principal estrella, quien a punto de cumplir 28 años  (lo hará el 19 de diciembre) es el máximo anotador en activo de los Bleus  (27 goles en 81 partidos internacionales).

Benzema fue imputado el 5 de noviembre por “complicidad en tentativa de chantaje”  y “participación en asociación de malhechores”. Estos delitos están castigados con hasta cinco años de prisión. Una de las medidas impuestas al delantero es la orden de alejamiento de su compañero Valbuena.

El Primer Ministro francés, Manuel Valls, tomó posición sobre el dossier al afirmar el 1 de diciembre que “un gran deportista debe ser ejemplar. Y si no es ejemplar, no tiene cabida en el equipo de Francia”.

Otras voces cualificadas del fútbol francés también se habían mostrado partidarias de aplicarse con dureza. Frederic Thiriez, presidente de la Liga de Fútbol Profesional, escribió en una tribuna en el periódico Le Figaro: “Vestir la camiseta bleu no es cualquier cosa. La ejemplaridad, si queremos reconquistar los corazones, debe portarse por encima de las actuaciones deportivas”.

A seis meses de la Eurocopa que organiza el país galo  (10 junio-10 julio), la imagen del fútbol francés está bajo mínimos. La Federación, personada en el caso como parte civil, no puede permitirse un nuevo escándalo como el vivido hace cinco años con la famosa huelga de entrenamiento en Knysna  (Sudáfrica) durante el Mundial 2010.

“El equipo de Francia es a menudo sacudido por asuntos que alimentan el rechazo creciente de nuestros compatriotas”, lamentó Thiriez en su artículo.