“Todos vimos lo que es Alemania. Es una potencia, con jugadores muy buenos tácticamente, muy buenos con el balón. Es un rival mundial top”, añadió Hernández. “Ayer fue un partido bastante intenso, con un rival de alto nivel, y la selección estuvo a la altura de lo que pedía el partido”.

“El desgaste fue muy alto, así que el ritmo en el segundo tiempo no fue el mismo. Somos seres humanos”, se justificó. “Pero no creo que hayamos terminado mal. Hemos manejado la pelota, supimos cuando hacerle la pausa al partido. En eso hemos madurado”, agregó.

En cuanto a las críticas recibidas en Chile, el jugador de 30 años dijo estar al margen.

“Lo que tengo claro es que no tengo que demostrarle nada a nadie, solo a mi club y a mi seleccionador, creo que nada más. No quiero tapar bocas de nadie, quiero hacer mi trabajo. Y yo salgo contento de cada partido porque lo doy todo”, señaló el jugador nacido en Argentina pero de familia chilena.

Hernández destacó también su conexión en el centro del campo con Marcelo Díaz, compañero también en el Celta de Vigo.

“Ya llevo tiempo con él, nos conocemos bastante. Con solo mirarnos ya sabemos lo que tenemos que hacer. Compañeros así te hacen el trabajo más fácil”, señaló el jugador.