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De Claudio Bravo a Gabigol, las once “decepciones” en el futbol europeo

Desde la mediocre temporada del chileno Claudio Bravo con el Manchester City a los problemas del brasileño Gabriel Barbosa "Gabigol", en su primer año en Italia, éste es el once de las decepciones del futbol europeo.

El portero Claudio Bravo del Mánchester City, doble campeón de la Copa América, capitán de la selección chilena y vital en los últimos títulos del Barcelona, Bravo fue reclamado por Josep Guardiola -ante la imposibilidad de fichar a Ter Stegen-, para su primera temporada en la Premier. El City pagó €18 millones por él, pero lo tuvo todo en contra desde el principio, porque su llegada propició la salida de Joe Hart, uno de los ídolos de la afición. Las crueles críticas de la prensa (le apodaron Clownio Bravo) acabaron minando su confianza hasta perder la titularidad en favor del argentino Willy Caballero.

Serge Aurier fue desplazado de la titularidad por el belga Thomas Meunier, el lateral costamarfileño, uno de los más prometedores del fútbol europeo hace un par de campañas, ha bajado sensiblemente su cotización, tanto por su situación en la plantilla de Unai Emery del París SG como por sus habituales problemas extradeportivos.

El británico John Stones  fue otra de las apuestas de Pep Guardiola, con la intención de sacar el balón jugado desde atrás, pero al joven internacional inglés le pesó la responsabilidad tanto como la inversión que hizo el Mánchester City (€60 millones), que le convirtió en el defensa más caro de la historia.

Casi al cierre del mercado de verano, Shkodran Mustafi formalizó su pase al Arsenal para dotar de mayor consistencia a la zaga del equipo de Arsene Wenger. Comenzó bien, pero las lesiones y la depresión generalizada en la que cayó el equipo tras perder de vista sus grandes objetivos, le influyeron para no rendir como se esperaba.

El Barcelona pagó €16.5 millones por Lucas Digne confiado en que el francés fuese una alternativa a Jordi Alba por la banda izquierda, pero su concurso en la Liga ha sido residual.

El PSG pagó 33 millones por este internacional polaco Grzegorz Krychowiak que se había convertido en la pieza clave del Sevilla de Unai Emery, pero perdió la confianza de éste en cuanto llegó a París. Emery prefirió al joven Adrien Rabiot y Krychowiak llegó hasta a pedir jugar con el filial, en busca de minutos. Su última aparición no pudo ser más cruel. Entró en el campo en el minuto 90+3, para perder tiempo cuando su equipo perdía 5-1 ante el Barcelona. No pudo más que ver de cerca el último tanto de la remontada.

Renato Sanches, campeón de la Eurocopa, elegido mejor jugador joven del torneo. El portugués -por el que el Bayern pagó 35 millones- aún no se ha hecho un hueco entre la constelación de estrellas del campeón bávaro. Diecisiete partidos y solo seis como titular fueron su aportación al título logrado por los de Ancelotti.

El jugador más caro de la historia, Paul Pogba no ha justificado el desembolso (120 millones). El francés, que fracasó en la Eurocopa, no ha dejado más que detalles de su gran calidad. La Fifa, además, investiga las comisiones que hubo en su desorbitado traspaso desde el Juventus al ManU.

Objeto de deseo del Cholo Simeone desde que se exhibiese en el Calderón con el Benfica, el argentino Nicolás Gaitán no ha entrado nunca en la dinámica de juego del Atlético. Debía ser una pieza fundamental en el paso adelante que ideó el técnico argentino, pero se convirtió en un suplente de lujo.

Un doble fracaso. El español Jesé Rodríguez no encontró su sitio en París, que pagó por él 25 millones al Real Madrid, ni recuperó la sonrisa en Las Palmas, adonde fue cedido en el mercado de invierno. Su falta de acierto en el remate en los primeros partidos lastró su rendimiento final.

Gabriel Barbosa “Gabigol”,  campeón olímpico con Brasil, se interesaron el Barcelona, el Juventus, el Leicester y el Chelsea. Finalmente, fichó por el Inter a cambio de 29 millones”. Ha sido uno de los grandes fiascos de la temporada (un gol, 9 presencias y 112 minutos sobre el campo).