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“Italia estará en el grupo con Ibiza, Formentera y Mykonos”, fue una de las bromas más celebradas en Twitter, en referencia a las tres islas del Mediterráneo donde se supone que la mayoría de los internacionales italianos pasarán sus vacaciones mientras en Rusia se esté disputando el Mundial entre el 14 de junio y el 15 de julio.
El otro chiste indicaba un falso “grupo de la muerte” junto a Holanda, Chile y Estados Unidos, otras tres selecciones que se quedaron de manera sorpresiva fuera de la Copa del Mundo.
Quedó en segundo plano
Pero lo cierto es que los diarios de hoy apenas le dieron despliegue al sorteo celebrado en Moscú y se focalizaron en el golpe que dio la Juventus en el estadio San Paolo, donde le quitó el invicto al Napoli con un gol del argentino Gonzalo Higuaín, y en el acuerdo alcanzado para la realización de la elección de la FIGC, que se llevará a cabo el 29 de enero.
Damiano Tommasi, que preside la Asociación Italiana de Futbolistas (AIC), no descartó la posibilidad de que un jefe interino que no pertenezca a la federación lidere la profunda y necesaria renovación del fútbol italiano.
Los cambios son esperados después de la dolorosa eliminación a manos de Suecia en la repesca europea para el Mundial, que determinó que Italia no concurra al certamen por primera vez desde 1958.
Decisiones drásticas
Como consecuencia del impacto, el presidente de la FIGC, Carlo Tavecchio, despidió al seleccionador Gian Piero Ventura y luego presentó su dimisión ante presiones cada vez más fuertes. Sin embargo, la campaña para elegir al nuevo presidente, que a su vez debe nominar al nuevo entrenador, está estancada, pese a las reuniones formales e informales celebradas.
Los integrantes de las FIGC -los jefes de las cuatro divisiones de la Liga italiana y de las asociaciones de jugadores, entrenadores y árbitros- no han propuesto candidatos en las últimas dos semanas. Para complicar más el panorama, la Serie A no tiene un jefe pleno desde abril, cuando Tavecchio asumió de manera interina, y debe encontrar un sucesor antes de enero.
Giovanni Malagò, presidente del Comité Olímpico Italiano (CONI), organismo que supervisa y financia a todas las federaciones deportivas del país, pretendía quedarse como presidente interino de la FIGC, pero se encontró con la firme oposición de la federación y prefirió no participar en una batalla legal.
Recomendación de Totti
Por eso, el único candidato que suena de momento es Tommasi, que fue propuesto por el retirado astro de la Roma Francesco Totti y por el actual entrenador del club romano, Eusebio Di Francesco, ambos compañeros del actual presidente de la asociación de jugadores en sus etapas como futbolistas.
“Francesco brindó una asistencia, pero ahora tenemos que ver hacia dónde va”, afirmó Tommasi. “Ahora no es el momento de discutir si estoy listo para la presidencia. De acuerdo con las reglas de la FIGC, tiene que haber un miembro que presente un postulante. No hay auto-candidatura”, explicó el ex futbolista.
Lo cierto es que mientras el mundo estudia rivales, sedes y posibles caminos para avanzar en Rusia, Italia se consuela con su propia crisis y la caliente lucha por el título que involucra al Napoli, la Juventus, el Inter de Milán y la Roma.
