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Goles que dibujan sonrisas e ilusiones

El buen paso de Municipal dibujó ayer una tierna sonrisa en el rostro del aficionado Gary Humberto Cuyán Valdez, quien  disfrutó al máximo las dos anotaciones con las que los ediles derrotaron a Malacateco, el domingo, en El Trébol.

Gastón Puerari marcó un gol contra Malacateco y al final del encuentro regaló su camisola a Gary Cuyán. (Foto Prensa Libre: Francisco Sánchez).

Gastón Puerari marcó un gol contra Malacateco y al final del encuentro regaló su camisola a Gary Cuyán. (Foto Prensa Libre: Francisco Sánchez).

La alegría que le dio el engranaje edil a Gary, de 23 años,  le sirvió para olvidar por un momento, su parálisis cerebral.

“Me gustó el juego. Soy rojo desde los 8 años”, señaló, contento, Gary, al momento en que los jugadores rojos se acercaban a él, después de haber finalizado el duelo contra los fronterizos.

Marco Pablo Pappa, una de las grandes figuras del duelo por haber asistido en dos ocasiones, y el defensor Jefrey Payeras —suplente— fueron los primeros que hicieron feliz al seguidor, que reside en Villa Canales y que en el 2001 fue niño símbolo de la Teletón.

“Le voy a Municipal, por Juan Carlos Plata. Espero que esta vez podamos celebrar el título”, dijo entusiasmado, al tiempo que Gastón Puerari le regalaba la camisola con la que marcó el primer tanto del juego.

“Estoy muy feliz. Disfruto cada vez que bajo a la gramilla a compartir con mis ídolos”, apuntó Gary, quien estudia Periodismo y trabaja como conserje  por las mañanas en un restaurante de comida rápida.

Además de la  camisola de Puerari, Gary se llevó a su casa los guantes del portero suplente Paulo César Motta.

“Me gusta la actitud de los futbolistas. Todos me han tratado muy bien”, indicó el fiel aficionado, quien junto a su madre vibró por la octava victoria de los rojos en el certamen que los mantiene primeros.

No todo es alegría

La felicidad de Gary contrastó con los gritos de algunos seguidores rojos que reprobaron la actuación de su equipo, pese a que se mantiene líder e invicto.

El charrúa Puerari, al ser sustituido por José Longo, explotó ante los reclamos y en forma airada exclamó: “Me imagino que le van a los cremas”, mientras que Motta y el estratega Gustavo Machaín lo controlaban. Al final todo quedó en un desagradable episodio.

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