Ese fatídico día, en el juego entre Alianza y Antigua GFC —1-1—  de la Liga de Campeones de la Concacaf, marcó la vida de uno de los delanteros nacionales más virtuosos del futbol guatemalteco.

“Cuando me lesioné en esa segunda vez pasó por mi mente  retirarme. Cuando estaba en el camerino en el estadio Cuscatlán de San Salvador se me vinieron muchas cosas a la cabeza, sentí que ya no iba a tener la oportunidad de volver a jugar y que incluso el club me iba a dejar porque era otra nueva lesión”, refirió.

Agregó: “Pero ahora, cuatro meses después, puedo decir que estoy con más fuerza, ánimo y con una voluntad grande de volver”.

Lección aprendida

Archila aprendió una lección  con este nuevo golpe: “Tener paciencia y ser agradecido con cada momento en la vida”. Además lo hizo pensar que su vida en el futbol no será eterna, motivo por el cual continuó  sus estudios universitarios y abrió   un negocio para preparase para el futuro.

“Creo que la mayoría de los deportistas no estamos preparados cuando este tipo de cosas pasan y ahora me doy cuenta. Insto a mis compañeros a no solo llevar la vida de deportistas, que se preparen con algo más, que pongan un negocio o sigan estudiando, para que cuando  pasen las lesiones o se retiren tengan algo sólido para la vida”, expresó Hessler.

El futbolista por ahora practica trabajos de fuerza en el gimnasio, con  la conducción del Departamento Físico de Antigua GFC, que ha mantenido la confianza en el jugador y no lo ha dejado a lo largo del año que lleva con  ese problema.

“Creo que son pocos los equipos en el medio local que hacen eso y estoy muy agradecido con el club por todo el apoyo”, indicó.

Archila volverá a la cancha en enero próximo. Se espera que los dos meses siguientes pueda volver a tener actividad futbolística.