La llegada de jugadores claves como Janderson Pereira, Darwin Oliva y Mafre Noé Icuté, marginados por los escarlatas, más la continuidad que la junta directiva le dio al proyecto que encabeza el técnico argentino Ramiro Cepeda, se han fusionado para potenciar al representativo de San Miguel Petapa.

Los loros, que en la segunda vuelta del Apertura 2016 dieron la primer a  muestra de mejoría —cosecharon 17 de 33 puntos posibles—,  han lucido sólidos en el arranque del Clausura 2017, pese a que ya registran dos derrotas, contra Marquense, de local, y frente a Cobán Imperial, de visita.

Satisfecho

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“Hemos tenido  partidos muy buenos, incluidos los dos que  perdimos. Poseo muy buena imagen del grupo. Estamos tranquilos”, expresó el estratega  Cepeda, quien ha sabido soportar los malos momentos con  que inició su proyecto,  provocando que se encendieran las alarmas por  su permanencia en la Liga Nacional.  

El sudamericano catalogó como vital haber obtenido buenos resultados en la segunda parte del campeonato pasado —victorias en casa contra Municipal y frente a Comunicaciones— para que sus dirigidos hayan enderezado el camino, luego de que en la primera vuelta del torneo apenas acumularon ocho unidades.

“Lo que hemos logrados es gracias a la continuidad del trabajo, al haber  recuperado confianza a través de los buenos resultados y de que se hayan acoplado  bien los refuerzos”, explicó el técnico, quien experimenta su segunda etapa con
los loros.

“Tenemos una idea sobre lo que queremos, la cual no cambiaremos nunca, ni por un rival o por una cancha”, afirmó, quien en el Clausura 2016 no pudo evitar que la Universidad desciendera a la Primera División.

Enfrentar a Municipal el siguiente domingo, en su casa, no es algo que le asuste a Cepeda, aunque  reconoce que es un equipo grande.

“Es un club con  efectivos jugadores y bien dirigido. Tenemos claro  cómo hacerle  daño. A veces se puede planificar mucho, pero esto es futbol y hay que estar preparado para lo que se dé en el encuentro”, apuntó.

Los secretos de Oliva

He tenido buenos y malos momentos. Nunca he estado acabado. Tengo 27 años y una familia por la cual trabajar”, dijo Darwin Oliva, hacedor de dos goles en el Clausura 2017.

“Mi segundo aire se escucha muy pesado. Yo nunca he dejado de trabajar”, agregó el exjugador rojo.