Arriaga se mostró inconforme con el desempeño del central, y al finalizar el juego ingresó al camerino de la cuarteta arbitral para discutir con Sarceño por el mal trabajo que hizo.
“El señor Rafael Arriaga, directivo del Club Antigua GFC, ingresó al camerino arbitral finalizado el encuentro deportivo, discutiendo y desaprobando decisiones arbitrales, sin faltar el respeto pero sí manifestando que se iba recusar de mi persona (árbitro Marlon Sarceño) por haber marcado diferentes fueras de juego, que presentaría una nota a la Federación con copia a Fifa, por si algún día soñaba ser un árbitro mundialista”, señala el silbante en su acta.
Además, el central señaló que Antigua GFC no pagó los honorarios arbitrales, ni viáticos, ya que se les quería extender un cheque, pero no fue aceptado por parte de los jueces.
De acuerdo al reglamento disciplinario de la Liga Nacional, en el artículo 61, agravio a los árbitros, el equipo podría ser multado económicamente.
“Se imputará cuando el Árbitro o los Árbitros Asistentes de un encuentro sean víctimas de escupitajos, insultos, acusaciones de parcialidad en el ejercicio de su labor; sean empujados, pechados o se intente agredirlos de hecho, por parte de Oficiales, ya sea en los pasillos que comunican al terreno de juego, túneles y camerinos”.
“Asimismo cuando éstos sean conducidos por la Organización Local al momento de su ingreso o egreso del Estadio, entre el público o afición local con el fin de que sean víctimas de agresiones físicas, verbales o psicológicas”, expresa el artículo.
Ya que Sarceño explica que en ningún momento se le faltó el respeto, la sanción sería una multa de Q10 mil, de acuerdo al reglamento, pero será el Órgano Disciplinario, que esta tarde se reúne, que deberá de resolver el incidente que reportó el central.