El balance de los 16 desafíos que afrontó la Bicolor en el año se resume en apenas tres victorias, cinco empates y ocho descalabros. Encajó 22 dianas y solo anotó 12 tantos.
Aunque en el último juego del año cumplió con su papel de protagonista, al derrotar por un claro 0-4 a la débil San Vicente y las Granadinas, la victoria no pudo disolver el sabor amargo que dejó la dolorosa derrota de local, ante Trinidad y Tobago, por 1-2, en el juego que marcó el debut en la cuarta ronda clasificatoria de la Concacaf al Mundial de Rusia 2018.
Sus tres primeras caídas del año en los amistosos ante Canadá (1-0), México (3-0) y Uruguay (5-1), antecedidas del empate con El Salvador (0-0), fue el preludio de cómo acabaría el año para Iván Sopegno.
Últimos en Copa Oro —tan solo obtuvo un punto—, pases sufridos en la segunda y tercera fases de la Concacaf, frente a Bermudas (global 1-0) y Antigua y Barbuda (2-1), respectivamente, fue lo que continuó para el equipo que dirige el sudamericano.
Antes de afrontar su cierre de temporada, en octubre, los nacionales empataron con Honduras (1-1), de visita, y frente a El Salvador (1-1).
En el 2014, los números le favorecieron más al timonel rosarino. Tuvo cinco victorias y dos derrotas en los siete juegos que disputó. También obtuvo el subcampeonato de la Copa Centroamericana.