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Comunicaciones pega fuerte en el partido de ida de la gran final

Comunicaciones sacó provecho de las fallas de Municipal y le aplicó un contundente 3-0 que puede ser determinante en la serie, en el partido de ida de la final del Torneo Apertura que se jugó anoche en el estadio Mateo Flores.

Diego Estrada festeja su golazo con Castrillo. (Foto Prensa Libre: César Pérez)

Diego Estrada festeja su golazo con Castrillo. (Foto Prensa Libre: César Pérez)

El segundo tiempo fue una pesadilla para los rojos porque fueron silenciados en su ataque, mientras que los blancos fueron efectivos en la definición ante los regalos de los munícipes.

Ni cuando los cremas se quedaron con 10 jugadores, por la expulsión al minuto 79 por doble amarilla de José Contreras, los rojos pudieron reaccionar.

fallas escarlatas

En los dos goles iniciales las fallas rojas fueron fatales. El primero, al minuto 56, Marco Rivas, sin marca alguna, le entregó el balón a Jonathan Márquez, quien remató un balazo a la izquierda.

Al minuto 72 cayó el 2-0. El costarricense Arias, que entró al minuto 59, se durmió, y el uruguayo Guerrero, que tenía un minuto en la cancha, le robó el esférico y fusiló a Penedo.

El 3-0 cayó al minuto 74. Fue una joya de gol del costarricenseo Diego Estrada, quien de colocado zurdazo dominó el vuelo de Penedo. El resultado quedó escrito anticipadamente porque Municipal continuó extraviado en su juego.

El primer tiempo dejó dos acciones polémicas. Fueron dos manos en el área: una del defensa rojo Claudio Albizuris, al minuto 13, y después, al minuto 28, fue Rafael Morales, pero, como en la primera jugada, el árbitro Leonardo no marcó. Los escarlatas solo generaron dos situaciones de gol en ese lapso.

tres situaciones claras

Comunicaciones generó tres situaciones de peligro en un minuto, al 40 y 41. Primero Arreola obligó el vuelo de Penedo. Al instante se marcó el tiro de esquina, y el costarricense Umaña estrelló el balón en el travesaño. Seguidamente, el también tico Estrada disparó rasante. Nuevamente Penedo atrapó.

La mejor oportunidad la falló Pezzarossi, quien con todo el marco a su disposición elevó el balón, tras el pase de Castrillo.

La noche fue blanca y en casa ajena vivieron un auténtico carnaval.

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