El reto no es fácil, y el escenario, nada alentador. La misión consiste en derrotar en el mítico estadio Azteca, de México, al actual líder del torneo mexicano, el histórico América, once veces campeón.
Empatados con siete puntos, en la cima del grupo ocho del máximo torneo regional de clubes, las oncenas mexicanas y guatemaltecas disputarán un verdadero partido de infarto, donde el que salga ganador se instalará directamente en la siguiente fase, ya que el primer criterio de desempate es el duelo directo (1-1) terminó en el estadio Cementos Progreso) y no el diferencial de goles, donde los azulcremas son superiores.
Un empate a cero o bien el 1-1 le daría el pase al cuadro dirigido por el argentino Antonio el Turco Mohamed. En cambio el empate a dos goles o de más diferencia le daría el pase a los albos.