Deportes

Kenny y Trott, un beso de oro ante la mirada de Vogel, la reina de la velocidad

El británico Jason Kenny cruzó la línea de meta y su pareja Laura Trott estalló de júbilo. Con lágrimas en los ojos, comenzó a aplaudir, esperó a que llegara y se fundieron en un beso, el más dorado de los Juegos de Río-2016.

Laura Trott, besa a su prometido Jason Kenny luego de que ambos ganaran la medalla de oro. (Foto Prensa Libre: AP)

Laura Trott, besa a su prometido Jason Kenny luego de que ambos ganaran la medalla de oro. (Foto Prensa Libre: AP)

Kenny, de 28 años y campeón en Brasil de la velocidad individual y por equipos, acababa de ganar también en keirin, consiguiendo su tercer metal máximo en estos Juegos.

Trott, minutos antes, se había convertido en la reina del ómnium, con el cuarto oro de su carrera y el segundo en Río. En ese beso había 10 oros y 11 medallas.

“Es increíble.  Estoy realmente contento por Laura (Trott) . Sé lo duro que trabaja y cuánto quiere ganar. Estoy muy orgulloso de ella”, comentó Kenny tras la carrera.

Después de dos interrupciones por dos salidas nulas, Kenny superó sin contemplaciones a sus rivales con un tiempo de 10.113 segundos. Era el favorito y demostró por qué. Nadie pudo hacerle sombra aunque el holandés Matthijs Buchli y el malasio Azizulhasni Awang, plata y bronce respectivamente, se quedaron cerca, a tan sólo 40 y 85 milésimas.

El colombiano Fabián Puerta, esperanza de su país para conseguir una sorprendente presea, acabó quinto, a apenas una décima del líder, con la impresión de poder haber conseguido algo histórico.

Pero la carrera acabó con la sensación de que, si lo hubiera necesitado, Kenny aún tenía décimas en sus piernas.

“Las reglas son para cumplirlas y me parece mal hecho. Me he visto perjudicado con estas decisiones. Pero así son las cosas y hay que aceptarlo”, comentó el cafetero sobre la decisión de no descalificar a Kenny y Awang, quienes se podrían haber adelantado en la primera salida en falso.

Con este nuevo metal, el británico acumula ya seis oros y una plata e iguala a su compatriota Chris Hoy, una leyenda con idéntico palmarés, como el deportista con más medallas máximas de la historia de su país.
Sólo Bradley Wiggins tiene una presea más pero consiguió un oro menos (5 oros, una plata y dos bronces).

Trott-ando hacia el oro

Unos minutos antes, su pareja, Laura Trott, había dado otra demostración de su superioridad. Como Kenny, es una de las figuras de los Juegos. Por ese beso y por su exhibición sobre la bicicleta.

A sus 24 años, y tras ganar la persecución por equipos, aplastó a sus contrincantes al imponerse en cuatro de las seis disciplinas que componen el ómnium y sumar 230 puntos.

La plata fue para la estadounidense Sarah Hammer, con 206 unidades y la belga Jolien DHoore tuvo que conformarse con el bronce(199).

La cubana Marlies Mejías finalizó en el séptimo puesto (173) y la venezolana Angie González acabó última (61).

Además de sus cuatro oros olímpicos, Trott, acumula siete campeonatos del mundo y 10 campeonatos de Europa a pesar de su juventud.

“Me siento tan orgullosa de lo que he conseguido. Aún me siento esa niña que salía a pasear en bicicleta, sólo que ahora lo hago con todos estos oros”, dijo tras la última prueba del ómnium.

Todos esos oros que la convierten en la británica más condecorada de la historia olímpica…

La reina de la velocidad

Además del romance bañado en oro de Kenny y Trott, la alemana Kristina Vogel se coronó como la reina de la velocidad.

Vogel, de 25 años y campeona olímpica en sprint por equipos en Londres-2012, batió en la final en dos mangas a la británica Rebecca James en dos carreras ajustadísimas que se decidieron por milésimas.

En la primera, Vogel se impuso por apenas 16 milésimas. En la segunda, a pesar de tener algún inconveniente en la bicicleta y de perder el sillín al cruzar la meta, la germana superó a su contrincante por 4 milésimas.

El bronce fue para la inglesa Katy Marchant, quien venció en la disputa por el tercer puesto a la holandesa Elis Ligtlee, sorprendente ganadora del keirin en Río-2016.

“Estoy tan contenta. Estoy muy orgullosa de ellas también. Es una locura y se siente tan bien. Cada año entrenas mejor, comes mejor, intentas mejorar todo el rato. Las cosas podrían ir bien en Tokio (2020)”, apuntó Vogel.

ESCRITO POR:

ARCHIVADO EN: