En una final que ha puesto en pie a todo el público asistente en esta preciosa población costera, Paul Bonhomme ha acabado en segunda posición, pese a llevar la delantera en la primera mitad de la ronda definitiva por 23 centésimas.

El austriaco ha pisado el acelerador en la última sección del trazado y ha logrado una espectacular victoria, la octava de su palmarés.

Por su parte, el japonés Yoshi Muroya ha conseguido su primer podio en el campeonato, al acabar en una sólida tercera posición, ya que el nipón ha sido de los pocos pilotos capaces de dominar los complicados vientos que han soplado en todo momento en Rovijn, primero desde el sur y luego hacia el este.

Animado por una notable expedición de compatriotas, Arch también era el favorito de los fans croatas antes de la carrera.

En la primera reunión celebrada en la costa del Adriático, Arch ha completado un vuelo final sin apenas fallos, en el que ha parado el crono en un tiempo total de 59.012 segundos, mientras Bonhomme ha marcado 59.097.

Tras esta segunda prueba de la temporada, ambos pilotos están empatados en la primera posición de la clasificación general, con 21 puntos.

“Es algo realmente especial”, ha declarado Arch, quien ha admitido sentir el ánimo del público en todo momento. “Cuando he oído que había ganado, he empezado a llorar porque por fin he podido deshacerme de la presión. Esta carrera ha sido muy, muy complicada desde el primer vuelo”, aseguró.

Por culpa del viento, ha habido hasta seis impactos con los pilones que forman las llamadas Puertas Aéreas que se han desplegado sobre las aguas de la bahía de Rovijn.

El piloto que más mala suerte ha tenido hoy ha sido el británico Nigel Lamb, cuyo avión se ha desestabilizado en el aeropuerto de la carrera y la hélice ha impactado contra el suelo, rompiéndose e impidiéndole salir en los Súper 8.