Deporte Nacional

Marchista Grave es un ejemplo de sacrificio

A poco de que finalice el 2013, Jürgen Everhard Grave Chávez se ha convertido en un ejemplo para la juventud y sociedad quichelense, ya que los triunfos que ha cosechado a escala nacional e internacional son apenas la punta del iceberg en la vida de este joven marchista nacido en Canillá, Quiche.

Junto a su hermana Melanie disfrutan de practicar el deporte, y además se encargan de los arreglos navideños en su hogar. (Foto Prensa Libre: Oscar Figueroa)

Junto a su hermana Melanie disfrutan de practicar el deporte, y además se encargan de los arreglos navideños en su hogar. (Foto Prensa Libre: Oscar Figueroa)

A sus 17 años, Grave Chávez ha tenido que programar cada una de sus actividades diarias entre su entrenamiento deportivo, ayudar a su padre —Everardo Grave Imul— en la obtención del pan diario para la familia y, como si esto fuera poco, a partir de 2014 se ha fijado dos grandes metas: iniciar su Bachillerato en Ciencias y Letras, y asistir al campeonato mundial de la especialidad: 10 kilómetros en marcha en la categoría Juvenil A.

Su jornada

A diferencia de la mayoría de jóvenes de su edad, en esta época de fin de año para Grave Chávez el día inicia a las 4 de la mañana, hora en la que se levanta para darle tiempo a asistir a la primera de dos jornadas de entrenamiento que hace con su mentora deportiva, Teresita Collado.

“Cada día me toca una agenda muy dura, ya que no descuido mi entrenamiento para estar en buena condición física. Para la doble jornada de mi preparación como atleta dispongo de ocho horas diarias, pues mi meta está fijada en asistir al Campeonato Mundial Juvenil A, que se llevará a cabo en una ciudad de la República de China en el 2014. Para lograr ese objetivo debo obtener la marca mínima de 42:30 minutos, que espero alcanzar en el campeonato nacional o centroamericano”, explicó el marchista.

No obstante de esta pretensión, el corredor se da tiempo para apoyar a su padre en el negocio familiar de vender sal y jabón en las calles del mercado municipal de Santa Cruz del Quiché.

“Me corresponde ayudar a pesar la sal por libra y embolsarla. También preparo jabón, a modo que todo esté listo para salir a vender cada día y ganar dinero para el sustento de nuestra familia”, manifestó el seleccionado, con la mayor naturalidad y orgullo.

De esa cuenta, Grave Chávez se entrena de 5 a 9 y de 14 a 18 horas. El tiempo intermedio es empleado en atender el negocio familiar. Además, a partir de enero próximo enfrentará el desafío de estudiar su Bachillerato en Ciencias y Letras en horario nocturno, a fin de no desatender las actividades deportivas y económicas.

“A los lectores y personal de Prensa Libre les deseo que hayan pasado una Feliz Navidad y que el nacimiento del Niño Dios nos haga mejores personas y que este año nuevo sea lleno de bendiciones para cada uno de ustedes. Hagan deporte y no se involucren en vicios, que es el cáncer de nuestra sociedad. Les insto a involucrarse en el deporte recreativo y, poco a poco, desafiar la disciplina a nivel competitivo; les aseguro que será una de las mejores experiencias de sus vidas”, invitó el seleccionado nacional.

INCENTIVO PATERNAL

Grave Chávez reconoció que el involucrarse en actividades deportivas se lo debe desde muy niño a su padre, Everardo Grave Imul, aunque escuchó de la marcha por medio de su hermana Madeleine, 15, quien fue la primera en practicarla entre los integrantes de la familia.

“Desde pequeño, mi papá nos ha motivado a practicar deporte. Ahora que me he involucrado en la marcha, él me acompaña a cada entrenamiento y hasta practica el deporte. Eso es muy gratificante para mí, pues sé que puedo contar con mi familia en cada una de las tareas que me impongo en la vida”, resaltó

“Mi hermana Madeleine me habló de este deporte y así fue como me enrolé en la marcha, porque ella es una gran atleta. El año pasado obtuvo el premio a la mejor deportista de atletismo en la categoría Juvenil C”, compartió el corredor.

Los logros del 2013

Este año, la Federación Nacional de Atletismo lo nombró como el mejor deportista en la categoría Juvenil B, un gran honor para el joven atleta, quien se lo dedicó a la juventud de Quiché.

En los cuartos Juegos Escolares Centroamericanos y del Caribe 2013, celebrados en noviembre en Armenia, Colombia, Grave Chávez ganó oro en los 10 km marcha de la Juvenil B.

Además en marzo, en una competencia organizada por la Federación Nacional de Atletismo en los 10 mil metros marcha, superó de nuevo su marca personal e impuso un nuevo récord nacional al terminar 25 vueltas a la pista, con una tiempo de 43 minutos, 46 segundos y tres centésimas.

Superó su marca de 46 minutos, 16 segundos y 77 centésimas en el Campeonato Centroamericano Juvenil A y B organizado en 2012, en El Salvador, donde además de obtener la presea dorada consiguió el récord nacional de ese entonces y una nueva marca centroamericana.

Grave Chávez confía en que el 2014 será un mejor año y que verá reflejado el fruto de su esfuerzo.

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