Economía

Columna. Las tendencias inmobiliarias

En una conferencia que dicté recientemente, me hicieron preguntas interesantes, y una de ellas fue: ¿Qué sector de la ciudad y qué tipo de vivienda es la que está teniendo aceptación entre los guatemaltecos? 

Manuel Salguero. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Manuel Salguero. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Ciudad de Guatemala  –  La respuesta es compleja, ya que de alguna manera involucra diferentes aspectos, entre ellos las tendencias.
¿Qué es una tendencia?

En su libro, Anatomía de una Tendencia, Henrik Vejlgaard nos explica que “son fenómenos que contribuyen a proveer nuevos elementos que se convierten en parte de la sociedad y de sus variables”. Indica también que las tendencias existen y se expresan en diferentes grados. Solo hace falta detectarlas.

La palabra tendencia en el inglés antiguo significa “cambio” y la podemos definir como aquel proceso de cambio que surge a partir del desarrollo del producto y da como resultado uno nuevo. Para comprender el curso de las tendencias, primero tenemos que tener claro que cada producto tiene diferente ritmo para el cambio de tendencias. La velocidad de los procesos de una tendencia varía dependiendo de la categoría del producto y también del precio.

Las sociedades humanas a lo largo del tiempo han tenido la necesidad por manifestar sus características.

Cada individuo elige ciertas características para ser reconocido dentro de un grupo de personas.

Las tendencias han llegado a formar parte fundamental del estudio de las sociedades y de la cultura porque a lo largo de la historia han marcado el uso y desuso de diferentes productos, ya háblese de ropa, utensilios, tecnología, etc., los cuales definen el estilo de una época y sin duda tiene un nexo social y político que distingue cada una de las etapas históricas.

Dice Erner Guillaume, en su libro Sociología de las tendencias, que la tendencia puede ser descrita como un deseo por el cual unos individuos distintos los unos a los otros sin haberse puesto de acuerdo muestran tener los mismos deseos. La tendencia la podemos comprender como un ciclo, en el que el objeto pasa de tendencia a ser un must have, después a un pasado de moda y a su muerte, pero la reinvención o la entrada de toda tendencia lo hace cíclico. No todo a lo que se le denomina tendencia tiene que ser en el ámbito comercial. La tendencia va desde el nombre que le pondremos a nuestro hijo hasta el cómo nos dejaremos la barba, la moda se ha ido esparciendo a cada uno de los objetos que utilizamos y hasta en los servicios, que designan también un modo de vida.

En la segunda mitad de los años 1970 se produjo un cambio en la forma de crecimiento de las ciudades, gracias entre otras cosas, al ingreso de los préstamos con garantías hipotecarias.

Luego, la progresiva mejoría general de las rentas, la solidez de las inversiones inmobiliarias y el rendimiento de estas inversiones, ha provocado que amplios sectores de la población pudiesen acceder a la adquisición de una vivienda.

Hemos notado varios cambios en los modelos urbanísticos, como por ejemplo que se mantiene el modelo racionalista, mejorando el tratamiento de los espacios comunes como espacios de ocio. Además, se generalizó el modelo de residencia en unifamiliares —individuales, pareados o adosados, condominios y edificios de apartamentos— en urbanizaciones con zonas verdes.

La implantación del planeamiento, tanto de las municipalidades como de los empresarios, ha dado lugar, en algunos sectores, a formas de crecimiento controladas y a una mejoría notable en la calidad de vida de los habitantes urbanos de estos sectores.

La implantación de algunas políticas de vivienda han generado esquemas de apoyo a las personas y familias que vivían en las áreas más desfavorecidas acortando, de alguna manera, las diferencias sociales en la ciudad.

En los últimos años, las Políticas del Medio Ambiente y de Ordenación Territorial han conducido o pretendido el alejamiento de la ciudad de las actividades molestas y peligrosas, así como el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes.

El crecimiento de la ciudad ha dado lugar a la revalorización de sectores que antes estaban en las afueras y tenían viviendas de baja calidad y que ahora quedan incluidos en la ciudad, incluso en zonas próximas a “los nuevos centros”. Esta revalorización ha dado lugar a reedificaciones, que, siguiendo las nuevas formas planeadas, han mejorado la situación de estas zonas en cuanto a equipamientos y servicios.

He aquí algunos fenómenos que han contribuido a proveer nuevos elementos que se han convertido en parte de la sociedad y de sus variables, indicando como dice Vejlgaard, que las tendencias existen y se están expresando.

¿Dudas?

manuelsalgueroespana@gmail.com

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