El organismo califica esto como un grave daño que provoca cada año pérdidas directas para la industria del país por valor de 1,35 billones de wones (1.004 millones de euros, US$1 mil 257 millones) .
“El daño global alcanzaría una cifra astronómica si sumamos todos los costos indirectos, como los gastos de las operaciones policiales para acabar con la pesca ilegal” de los barcos chinos, destaca el documento.
El informe se publica poco después de que se tensaran los lazos diplomáticos entre ambos países cuando el pasado 10 de octubre un guardacostas surcoreano disparó y mató al capitán de un barco chino en un altercado durante una de las habituales redadas para combatir la pesca ilegal.
Este suceso, que tuvo lugar en aguas surcoreanas del Mar Amarillo, generó protestas de autoridades diplomáticas de China, mientras el Gobierno de Corea del Sur comunicó su “pesar” al del país vecino.
En septiembre de 2008 y en diciembre de 2011 fueron dos guardacostas de Corea del Sur quienes fallecieron a manos de pescadores chinos en sendas reyertas de este tipo.
Solo en 2013 un total de 183 pescadores chinos fueron detenidos por faenar ilegalmente en los caladeros de Corea del Sur, donde existen abundantes recursos pesqueros.