Esa revisión, que está pendiente desde hace meses, permitirá desbloquear el desembolso del último tramo de 1 mil 800 millones pendientes del rescate y hará posible la transferencia de 1 mil 900 millones que Grecia reclama al Banco Central Europeo (BCE) procedentes del rendimiento de los bonos griegos.
La lista de reformas transmitida a Bruselas por el gobierno griego contiene numerosas medidas para mejorar la eficacia en materia fiscal, pero sin precisar el impacto financiero que tendrán.
También prevé “revisar” el programa de privatizaciones aún no puestas en marcha y mantiene el compromiso de aumentar el salario mínimo en Grecia, sin precisar el calendario ni el nivel de subida.
“La amplitud y el calendario” del aumento del salario mínimo, una promesa importante de Tsipras, “se harán consultando” a sindicatos, organizaciones patronales e “instituciones europeas e internacionales”, con el fin de “preservar la competitividad y las perspectivas de empleo”. La suma prevista (751)
y la fecha (2016) no figuran explícitamente en la lista.
Las privatizaciones que ya se llevaron a cabo se mantendrán. Las previstas habrán de ser “examinadas con el objetivo de que el Estado obtenga beneficios máximos a largo plazo”.
Se reformará el código fiscal y se reforzará la independencia de la administración central en materia de impuestos, brindándole mayores recursos.
El gobierno prevé luchar contra el contrabando de gasolina y cigarrillos y reforzar la lucha contra la corrupción, en el marco de un “Plan Nacional contra la Corrupción”, así como reducir el blanqueo de dinero.
El número de ministerios del gobierno pasará de 16 a 10 y se reducirán las remuneraciones de ministros, parlamentarios
y altos funcionarios.
El gobierno procura “eliminar la presión social y política” que lleva muchos griegos a parar de trabajar y acogerse a una prejubilación.
Falta de claridad
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, dio su aprobación a la lista de
reformas del gobierno griego a los socios europeos para ampliar su financiación, que calificó de “integral” , aunque “no muy
específica”.
Destacó la “fuerte resolución” en áreas como “la evasión fiscal y la corrupción” por parte de las nuevas autoridades de Atenas.
“En otras áreas, incluidas algunas de las quizás más importantes, la lista no ofrece claras garantías”, añadió Lagarde.