Economía

FAO prevé volatilidad en sector de alimentos

La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) advirtió de que los mercados alimentarios serán "más volátiles" en el 2014, en un informe divulgado ayer en Roma por la agencia especializada.

Para la FAO, la producción de cereales en el 2014 será de dos mil 458 millones de toneladas —incluido el arroz elaborado—, un 2.4% por debajo del récord alcanzado en el 2013, aunque aún se espera que esa producción cerealera mundial sea la segunda mayor registrada hasta ahora.

El informe semestral “Perspectivas Alimentarias” —uno de los estudios más importantes que elabora la FAO con datos de todo el mundo—, considera que “el descenso podría ser más pronunciado para los cereales secundarios”, aunque advierte de que “por el momento no hay motivo de preocupación”.

El informe prevé que “las reservas mundiales de cereales” se mantendrán “en niveles relativamente confortables”.

“El descenso de los precios y las condiciones climáticas creadas por El Niño pueden hacer que la producción mundial de arroz sea menor en el 2014, sobre todo en Asia”, advierte la agencia.

El estudio indica que tanto la producción de carne como de leche “crecerán en el 2014”. “La producción mundial de carne crecerá modestamente hasta los 311.8 millones de toneladas, con un aumento del 1.1% durante el 2013, lo que refleja el crecimiento en los países en desarrollo, que son principalmente los que están detrás de la creciente demanda mundial”, indica el informe.

El estudio recuerda que las aves de corral son el principal producto comercializado, con el 43% del total del mercado, seguido por la carne de vaca, cerdo y cordero, respectivamente.

“Si bien los precios internacionales de la carne se han mantenido en niveles históricamente altos desde principios del 2011, sin indicios de un descenso generalizado, los precios internacionales de los productos lácteos bajaron en marzo y abril”, subraya la FAO

También se registra una recuperación económica de la pesca en mercados tradicionales como Estados Unidos y la Unión Europea, junto con el impulso por la demanda de pescado en las economías emergentes.