El gobierno mexicano impulsó en el 2013 una ambiciosa reforma del sector, considerada histórica por todos los actores políticos, para garantizar mayor competencia y sacar al sector del rezago en el que se encuentra.
Según cifras del Banco Mundial, la cobertura de servicios de telefonía móvil en México es de 86 líneas por cada cien habitantes, por debajo de países como España (112), Colombia (104), Brasil (135) o Argentina (159).
En líneas de teléfono fijas, la cobertura es todavía menor, de tan solo 17 por cada cien habitantes, inferior a la que registran naciones como Venezuela (26), Argentina (23) y Brasil (22).
Además, hay una alta concentración en el sector, ya que de las 465 concesiones en televisión abierta, el 95% está en manos de dos empresas.
Peña Nieto afirmó que la nueva legislación “marca un hito en la historia” del país y representa “un poderoso instrumento para ampliar la libertad, fortalecer la igualdad e incrementar la prosperidad”.
Lo primero, dijo, asegura la libre expresión en los medios de comunicación electrónicos, incluido internet, y la igualdad, porque los niños y jóvenes del campo podrán acceder a las tecnologías de información y de las comunicaciones como los que viven en las ciudades, y derriba barreras de accesos para discapacitados.
También aumenta la prosperidad, ya que fomenta la competencia, la productividad y la innovación, y reduce los costos de operación de las empresas de todos los tamaños, precisó el mandatario, quien añadió que lo más importante es que generará ahorros para los usuarios.