López señaló que las dependencias como el Instituto Nacional de Bosques (Inab), el Fondo Nacional de Desarrollo (Fonades), el Fondo de Tierras (Fontierra), la Escuela Nacional de Agricultura (Enca) y el Instituto Nacional de Comercialización Agrícola (Indeca) trabajaban desde hace 20 años como oenegés, y carecían de objetivo común.

¿En qué consiste el proyecto Un Solo Maga?

El sector agropecuario es una unidad, similar a una familia que tiene milpa, frutas, animales. Y eso es una sola cosa.

Pero el sector público agrícola no trabaja así y se ha fragmentado demasiado, lo que impide articular los cambios que el campo necesita.

Algunas entidades parecen oenegés, en el sentido de que en los últimos 20 años ellas decidieron solas qué hacer.

Hay algunas instituciones que tienen autonomía, pero no es absoluta sino que debe estar vinculada a una política pública, en el caso del Inab, el Fondo de Tierras, el Icta (Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícolas), la Enca, Indeca y Fonades.

Si ahora existe una dirección desde el Organismo Ejecutivo, todas esas instituciones deben redefinirse en función de esa línea estratégica.

¿Cuál es el plan al que deben regirse?

El Maga no podía dar apoyo sistemático al área rural si cada una trabajaba por su lado.

Por eso, primero deben regirse por el Pacto Hambre Cero, que pretende incrementar el consumo proteico calórico de las familias e incrementar la producción agrícola.

Luego deben alinearse al programa del Maga de Agricultura Familiar, que incluye además de la entrega de fertilizantes, distribución de semillas y animales. Hace algunos meses ya se están haciendo algunos cambios.

¿Cuáles son esos cambios?

Un ejemplo es Fontierra, que nació bajo un mecanismo de mercado en donde a la familia campesina se le vendía una finca como si fuera un finquero, para hacerla producir en su totalidad; pero ellos —los campesinos— viven allí.

Eso cambió, y se está entregando a las familias un financiamiento que cubra solo el terreno productivo, lo que ha reducido la deuda agraria.

El programa de fertilizantes había cambiado de institución ejecutora, pues en el gobierno pasado lo manejó el despacho del presidente, y eso estaba afuera del Maga. No había política de dónde, cómo y cuánto dar; nadie lo había definido.

El Maga no estaba creando un plan concreto para entregar el fertilizante, entonces el impacto en las plantaciones fue nulo.

Por lo anterior, creo que las críticas que había recibido en años anteriores la entrega de fertilizantes eran ciertas.

¿Qué pasó con los insumos, que anunciaron que se entregarían junto con el abono?

La mayor parte de suelos en el país están agotados y necesitan de fertilizante para aumentar la seguridad alimentaria.

El criterio para la entrega de fertilizantes fue orientarlo hacia los más pobres, es decir, los que cultivan dos cuerdas de terreno, por lo que se repartieron 1.3 millones de sacos para el mismo número de beneficiarios.

Pero el fertilizante no sirve solo, deben existir semillas mejoradas, capacitación técnica y otros elementos.

Por eso se contrataron tres extensionistas por cada municipio, para dar más respaldo técnico. Estos profesionales en este momento están dando apoyo a las familias rurales.

Además, ya hemos apoyado con semillas a 60 mil familias ubicadas en diversos puntos del país.

Otros insumos, como animales, que se dijo que serían repartidos, se comenzarán a entregar este mes, y también se trabaja en la política que presentaremos en octubre para aumentar el hato ganadero.

Adicionalmente, damos apoyo con el programa de arrendamiento de tierras y con el Triángulo de la Dignidad.

¿En qué consisten esos programas?

Hemos llegado a 200 mil familias con el programa de arrendamiento de tierras, donde se entrega Q2 mil 200 a cada núcleo familiar. Ese dinero les sirve a los beneficiarios que no cuentan con tierra para arrendar en dónde cultivar.

También dimos Q3 mil a las familias con el Triángulo de la Dignidad. El dinero en este caso les sirve para comprar insumos y para sembrar en los terrenos que ya poseen.

Creo que hemos atendido a unas 200 mil familias con el paquete completo.

En cuanto al programa de fertilizantes, el mismo se está expandiendo y ya no es solo entregar el producto, como se hacía antes y allí quedaba.

Sin embargo, el universo de las familias a las que debemos llegar es de 1.3 millones, por lo que debemos ir abriendo el espacio para llegar a ellas.

Convenios

Entregarán cerdos este mes

El Ministerio de Agricultura comenzará el 18 de agosto la distribución de cerdos a familias de escasos recursos, como parte de un programa de apoyo a la agricultura familiar.  

Según el ministro de Agricultura, Élmer López, debido a que la industria de la  porcicultura nacional no cuenta con los 30 mil cerdos que había licitado  el Maga para cumplir con el programa, “se hicieron convenios para crianza de esos animales con la Asociación de Porcicultores de Guatemala  y con la Escuela Nacional de Agricultura, y  otra parte será licitada a futuro”.

López aclaró: “No haremos compras directas, sino que una parte del presupuesto de los Q6 millones que tenemos este año  para comprar los cerdos se entregará a los criadores para que los reproduzcan”.

Dentro del plan inicial, el Maga planteó la entrega de gallinas y cabras, pero ya no se ejecutó. “En el caso de esos animales, se harán convenios con las comunidades para que ellas mismas los críen, por medio de cooperativas, y luego  se repartan a la población”, añadió López.

En octubre próximo también se  presentará la Política Ganadera, que pretende aumentar la producción de animales, mejorar la genética, apoyar la inseminación artificial e incentivar la siembra de pasto para que sirva como alimento.

Para ejecutar el proyecto, el Maga hizo hace dos meses  una transferencia de Q30 millones del programa de fertilizantes. López recordó que los recursos corresponden a una reserva no utilizada para comprar  abono.