Economía

Acaba el plazo de la banca suiza para unirse al acuerdo fiscal con EE. UU.

Los bancos suizos que creen posible haber tenido clientes estadounidenses que evadieron impuestos en su país tuvieron hasta este martes de plazo para incorporarse al programa de regularización fiscal con EE. UU. que permite a las entidades helvéticas evitar un proceso penal a cambio de importantes multas.

GINEBRA – Cerca de una treintena de bancos se han unido a este programa acogidos a la categoría 2, referida a entidades que ven posible haber tenido clientes que cometieron delito fiscal con EE. UU. y para las que finaliza este martes el plazo para pronunciarse ante la Autoridad Federal de Vigilancia de Mercados Financieros de Suiza, FINMA.

Entre las entidades que se han adherido a esta categoría destacan casi todos los bancos cantonales del país -como los de Ginebra, Berna, Argovia, Grisones, Lucerna Nidwald, Zug y Saint Gallen-, así como los bancos Migros y Coop, pertenecientes a los mayores grupos de distribución de Suiza, y el PostFinance, el brazo financiero del servicio de Correos.

También figuran en esta categoría la Unión Bancaria Privada y las enseñas Lombard Odier, Valiant y Vontobe.

Ninguna de estas entidades ha sido denunciada por EE. UU., pero tampoco consideran imposible haber violado el derecho estadounidense en materia de evasión fiscal, por lo que se exponen a una multa al término de la investigación aunque eluden un procedimiento penal en relación a depósitos no declarados.

En este caso, si el delito fiscal se habría cometido por las cuentas no declaradas abiertas antes del 1 de agosto de 2008 deberán pagar el 20% de la suma total bajo gestión.

Para las cuentas abiertas después de esa fecha, pero antes del final de febrero de 2009, la pena se elevará al 30%; mientras que las cuentas creadas posteriormente sufrirán una multa equivalente al 50% de su importe total.

El argumento común de estas entidades a la hora de regularizar su situación frente a EEUU ha sido que nunca tuvieron una estrategia de negocios dirigida a la clientela estadounidense; aunque no pueden descartar que alguno de ellos sea considerado como tal, como sería el caso de suizos residentes en EEUU, estadounidenses residentes en Suiza o personas con doble nacionalidad.

Como parte de este programa, los bancos suizos deben acogerse a una de las cuatro categorías en las que se divide el amplio acuerdo alcanzado entre Suiza y EE. UU. el pasado agosto, con el fin de combatir la evasión fiscal con cuentas secretas en el exterior y alentar a aquellos que se han escudado en estos depósitos a resolver sus problemas tributarios con EE. UU.