En la actualidad, se encuentran en negociación dos grandes acuerdos comerciales: el Acuerdo Trans-Pacífico también llamado TPP (configurado por Estados Unidos, Japón, Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei, Singapur, Vietnam, Canadá, México, Perú y Chile) y, el Acuerdo de Asociación Transatlántica (T-TIP) entre Estados Unidos y Europa.

Estos dos Mega-acuerdos comerciales, ofrecen la oportunidad de fortalecer el compromiso de estas regiones, para la apertura comercial, y mejorar las perspectivas económicas, toda vez que mejoren el desarrollo económico y la creación de empleo. Estos Mega-Acuerdos comerciales serán seguramente una prioridad geopolítica para los Estados Unidos en el 2015.

En una declaración, la nueva Comisaria de Comercio de la UE, Cecilia Malmstrom, reafirmó la importancia del comercio y la inversión de la Asociación Transatlántica (T-TIP), debido a lo que puede aportar a la generación de empleo y al crecimiento económico, en ambos lados del Atlántico y también para volver a reafirmar la fuerte asociación a través del Atlántico.

Una de las justificaciones, que se han dado con relación a este Mega- Acuerdo, es la falta de los avances en el cumplimiento de los compromisos, en la conclusión de la Ronda para el Desarrollo en la Organización Mundial del Comercio, que establece las normas del comercio global y que trata de actualizarlas al Siglo XXI.

El Acuerdo de Asociación Trans-Pacífico fortalece también, a varios países asiáticos, entre ellos al Japón además que una eventual inclusión de China a las negociaciones del TPP fortalecería a este país, en su proceso hacia un régimen comercial más abierto.

El Acuerdo de Asociación Trans-Pacífico, que se percibe muy cerca de su finalización, también podría ayudar, a prevenir las dificultades comerciales que actualmente resultan entre los Estados Unidos y China y se esperaría que dejara de ser un obstáculo en sus relaciones comerciales bilaterales.

El Presidente Obama ha expresado su voluntad de trabajar, para avanzar con la iniciativa de la Autoridad de Promoción Comercial (TPA, en inglés), o sea la vía rápida, un precursor esencial para la finalización de ambos acuerdos, el TPP y el T-TIP. El no contar con esta autorización, es un limitante para que otros países que están negociando este Acuerdo pongan su mejor oferta sobre la mesa, hasta que el Presidente de Estados Unidos tenga la posibilidad de contar con un acuerdo para un voto a favor o en contra, o sea, sin discusión o posibilidad de introducir cambios en el Acuerdo en el Congreso.

Entre los temas que preocupan actualmente, se encuentra el tema de la economía de la Unión Europea, que corre riesgo de volver a la situación de crisis, lo que le disminuye, su capacidad para adoptar una posición más firme en el actual conflicto con Rusia.

Otra preocupación es la de los países productores de petróleo, ya que de continuar o de mantenerse los precios bajos del petróleo, se profundizaría la crisis económica por la cual están atravesando.

En el frente multilateral, se trabaja arduamente para que este año se establezcan las definiciones en las modalidades de las negociaciones en Agricultura, y en los Productos No Agrícolas de la Ronda Doha, encaminadas a consolidar estos avances en la Décima Conferencia Ministerial de la OMC, en Nairobi, en diciembre de este año. Así como de avanzar en los acuerdos plurilaterales sobre Comercio de Servicios (TiSA, por sus siglas en inglés), el Acuerdo sobre Tecnología de la Información (ATI) y el Acuerdo Plurilateral sobre Bienes Ambientales (EGA, por sus siglas en inglés).