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Qué es el gasto manufacturado y como un estudiante canadiense lo utiliza para viajar gratis por el mundo

Un estudiante canadiense se convirtió en un experto en vivir con el estilo de quien consume frecuentemente champán pero con un presupuesto cervecero.

Avery Campbell, de 24 años, usa una estrategia llamada “gasto manufacturado” (manufactured spending, en inglés), que significa comprar solo lo necesario para ganar puntos en programas de recompensas de tarjetas de crédito.

Recientemente compró monedas a la Casa de la Moneda de Canadá (Canada Mint) con el único propósito de acumular puntos.

Luego usó las mismas monedas para pagar su cuenta de tarjeta de crédito.

Este plan lo ayudó a viajar por todos los continentes, a veces en primera clase, por poco o nada de dinero.

“Tengo buen crédito”, dijo a la BBC mientras esperaba abordar un vuelo a Chicago, para asistir a una conferencia sobre “gasto manufacturado”.

El vuelo de British Airways le hubiera costado unos US$314, dice, pero en cambio usó sus puntos.

Esta vez voló en clase económica, pero viajó en primera clase en Lufthansa y Emirates Airlines.

Campbell cuenta que nunca se saltó un pago y que no tiene saldos pendientes en sus tarjetas.

¿Cómo funciona?

El “gasto manufacturado” funciona cuando los clientes compran algo con sus tarjetas de crédito pero lo pagan como si fuese dinero en efectivo, y así obtienen los puntos gratis.

Campbell usa estos “vacíos” para hacer algo llamado “abandono de la tarjeta de crédito”, es decir, se registra para obtener una nueva tarjeta de crédito a cambio de una gran cantidad de puntos como recompensa, pero luego cancela el plástico.

La mayoría de las compañías de tarjetas de crédito tienen un monto mínimo que un cliente debe gastar para calificar para los puntos.

En el caso de Canada Mint, Campbell pudo ganar puntos por comprar las monedas de los coleccionistas con su tarjeta de crédito, y luego devolvió esa misma compra utilizando efectivo.

Este tipo de compras lo ayudó a cumplir con su gasto mínimo rápidamente, y sin incurrir en deudas.

Esta ventaja financiera fue habilitada por la misma Casa de la Moneda que creó un programa de valor nominal en 2011 que se suponía que atraería a la gente para coleccionar monedas al ofrecerlas al valor nominal.

El programa ya no está vigente, pero antes de que terminara, el personal de Canadian Mint en Ottawa descubrió la estrategia de Campbell.

“A poco de finalizar, comenzaron a decir no”, dijo. “Entonces me detuve”.

Aunque los comerciantes se quejan del “gasto manufacturado”, no hay nada ilegal, afirmó Campbell.

Por lo general, cuando los comerciantes perciben que la gente se está aprovechando, cancelan la promoción.

Por esa razón, Campbell y otros como él son bastante cautelosos.

“Es una comunidad muy secreta, me gustaría negarme a responder eso”, dijo, cuando se le preguntó sobre de sus otras estrategias.

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