Según Rogelio Dávila, fundador de la firma, una de sus características es que no hace falta agregarle edulcorante o leche, pues no se percibe el ligero sabor amargo que podría tener un café negro sin azúcar.

La marca tiene sus raíces en la empresa hermana ROJOCEREZO COFFEE, fundada dos años atrás por Dávila, que en la actualidad opera en el edificio del Centro TEC, ubicado en jurisdicción del área conocida como 4 Grados Norte, en la zona 4 de la capital.

Dávila, catador, tostador y barista, explica que el café nitrogenado es una nueva forma de tomar el aromático, que consiste en extraer el grano durante 8 horas empleando agua fría, luego se filtra y se coloca en un keg (recipiente o barril de metal usualmente empleado para guardar cerveza) y posteriormente se le inyecta nitrógeno, que debe estar a 4 grados centígrados, para que así se convierta en café nitro.

Según Dávila, este proceso impide que el café se oxide, tenga más tiempo de vida y evite la sensación de acidez en el estómago cuando se ingiere.

Dávila agrega que esta refrescante bebida se puede tomar a cualquier hora por la mañana, después o antes de hacer ejercicio, y que hasta podría constituir una excelente opción para reuniones sociales. Además, se convierte en un excelente mezclador.

El grano que se emplea en Hábito Coffee se compra en forma directa a pequeños productores de diversos regiones del país. Según Dávila, los productores también se benefician porque al ROJOCEREZO COFFEE llegan compradores interesados en grano de calidad y se abre la oportunidad para que los caficultores puedan darse a conocer.

“Estamos en un esfuerzo por empezar a abrir este mercado y esto incluye inducir a que más gente tome este tipo de bebidas”, afirma Dávila.