Economía

Calidad de vida para mascotas

El deseo de independizarse y el amor por los perros llevó a Marco Santizo a fundar la empresa U-CAN, que tiene como objetivo dar una mejor calidad de vida a las mascotas.

Las caminadoras U-CAN fit llenan un espacio en el mercado nacional. (Foto Prensa Libre: Álvaro Interiano)

Las caminadoras U-CAN fit llenan un espacio en el mercado nacional. (Foto Prensa Libre: Álvaro Interiano)

Todo empezó con la muerte, hace cuatro años, de su bulldog inglés, llamado Hércules, lo que hizo reflexionar a Santizo sobre la importancia de valorar el corto tiempo de vida que las mascotas tienen junto a sus amos y cómo ofrecerles un tiempo de calidad durante su estancia sobre la Tierra.

Hércules fue sustituido por otro canino de la misma raza, al cual Santizo llamó Elvis, pero que resultó hiperactivo, por lo que necesitaba de una fuerte dosis de ejercicio que su dueño no podía proveerle debido a sus constantes viajes como ejecutivo de una empresa multinacional.

La falta de ejercicio provocó que la mascota incurriera en conductas como desgarrar objetos y ladrar de manera continua.

“Ahí empecé a estudiar un poco más sobre la categoría de mascotas, investigué y entendí más del mercado”, recuerda el emprendedor.

La situación coincidió con la intención de Santizo de convertirse en emprendedor y fundar su propia empresa.

Santizo recuerda que su inquietud empezó tres años antes de cumplir una década de trabajo en la transnacional en la que laboraba, pero fue en el último año, el 2015, cuando aprovechó todo el tiempo libre para definir su proyecto.

“Soy amante de los perros, por lo que la necesidad me hizo detectar la oportunidad y demanda que tiene el mercado de productos y servicios para nosotros, los amantes de las mascotas”, refiere Santizo.

Sus productos se salen de lo común, ya que sus inventos van desde caminadoras hasta chalecos antiestrés.

El emprendedor recuerda que la primera caminadora fue construida por un proveedor en China, con ciertas especificaciones e innovaciones requeridas por Santizo.

Posteriormente llegaron los chalecos antiestrés, que ayudan a los perros a sentirse protegidos.

Santizo comenta que después de las primeras ventas de chalecos, la demanda creció más allá de la capacidad del sastre que se había contratado, por lo que tuvo que contratar los servicios de una maquila.

El chaleco apretado brinda un sentimiento de protección y eso los tranquiliza en caso de tormentas o ruidos fuertes como el de los cohetes, asegura el empresario.

Una caminadora, según si es para un perro pequeño o grande, puede costar entre Q970 y Q2 mil 900, mientras que el de un chaleco antiestrés fluctúa entre Q185 y Q285.

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