Economía

Los problemas no previstos en la construcción del centro del Estado

Críticas y dudas respecto al posible impacto al patrimonio cultural, tránsito vehicular y las potenciales ganancias que tendría la empresa que gane la licitación para construir y operar el Centro Administrativo del Estado (CAE) con el que se busca centralizar las oficinas estatales, surgieron ayer en el Congreso.

Autoridades del Instituto de Antropología e Historia (Idaeh) argumentaron que el proyecto, para el cual se pretende utilizar el predio que pertenece a Ferrocariles de Guatemala (Fegua), no es viable ya que se tendría que demoler el 80% del patrimonio cultural.

Bajo ese argumento, Aylin Juárez, directora técnica del Idaeh pidió que el planteamiento sea modificado.

El uso del predio fue presentado en el proyecto impulsado por la Agencia Nacional de Alianzas para el Desarrollo de Infraestructura Económica (Anadie).

La parlamentaria Nineth Montenegro cuestionó los margenes de ganancia que tendría la empresa que gane la licitación, ya que según estimaciones que efectuaron en esa misma reunión, basados en datos brindados por autoridades de Anadie, la empresa podría tener hasta 200% de ganancia en 30 años.

Anadie explicó que se prevé una inversión de US$240 millones (Q1 mil 800 millones) en el proyecto, y que en la actualidad el Estado gasta en alquiler, servicios básicos, remodelaciones y seguridad Q234 millones anuales.

Las autoridades ejemplifican que se seguiría pagando ese monto anual pero a la empresa que gane el proyecto y defienden que sería un ahorro Q7 mil 200 millones, porque al mismo tiempo el Estado pagaría a largo plazo un edificio que pasaría a su propiedad.

Sin embargo según Montenegro, si se prevé que el Estado siga pagando esa cantidad anual a la empresa privada significarían esos Q7 mil 200 en ese plazo, monto que superaría varias veces la inversión inicial que se estima

La directora ejecutiva interina de Anadie, Lucrecia Ruíz, expuso en la citación efectuada por la diputada Nineth Montenegro que en el primer proyecto, de los 63 mil 338 metros cuadrados del predio, el 27% se destinaba a conservación patrimonial y el 15% para ampliación del actual museo, lo cual sumaba 42%. Este se modificó y se agrega para conservación el área para el Metro Riel (tren de pasajeros) que significa 19%, con lo cual llegaría a 61%.

Juárez dijo que el viernes pasado se enteraron de manera informal de los cambios y esperan que se los envíen para analizarlos. El segundo planteamiento “es viable porque trata la conservación de los edificios pero se tienen que ver los términos de referencia para hacer viable el proyecto”, añadió.

El presidente de la la Asociación de Arquitectos e Ingenieros, José María Magaña dijo que se opone al proyecto debido al mal manejo del patrimonio y al caos vehicular que generaría.

Magaña dijo que hicieron una contrapropuesta para que se usen, para construir edificios públicos, los predios vacíos en el centro cívico y que se cree una central de transferencias para que también se usen los predios de la orilla de la vía del tren de cercanías.

En la reunión también se cuestionó que en cuatro años, del 2012 al 2016 Anadie ha recibido Q35.2 millones de presupuesto, y del cual la mayoría se ha usado para gasto de personal y estudios.

También se criticó la contratación por modalidades de excepción, en ocasiones restringida,y compra directa, de estudios para evaluar el complejo de oficinas y otros tipo de estudios, su promoción y otros servicios.

Según datos divulgados por la diputada, el director de Anadie gana Q45 mil al mes, el subsdirector, Q30 mil, y el gerente de proyecto Q25 mil. Esa oficina posee en su portafolio nueve proyectos.

Anadie preve lanzar aún este año la licitación para el complejo, en la cual ya hay precalificadas cinco empresas. El proyecto se esperaba lanzar en diciembre del 2015 pero se atrasó. 

ESCRITO POR:

Rosa María Bolaños

Periodista de Prensa Libre especializada en medios escritos y radiales en temas de energía eléctrica, empleo, impuestos, empresas y negocios con más de 20 años de experiencia.