En algunos países, en la actualidad, estos juegos se han prohibido por la muerte violenta de los gallos durante las peleas.
 

Uno de los monopolios de la Corona española

El historiador Horacio Cabezas me facilitó su explicación en la forma que se reproduce a continuación:

En 1739, el Ayuntamiento de Santiago de Guatemala autoriza el primer Asiento de Gallos. El 19 de octubre de 1758, la Corona española, por medio de real cédula, ordenó se le informara sobre la autorización del Asiento de Patio de Gallos en la ciudad de Guatemala, para resolver el litigio habido el año anterior, cuando Ramón Vaides hizo postura al asiento, pero el fiscal de la Audiencia se opuso a que se le otorgase, pues doña María Dominga Álvarez lo había ganado con anterioridad por 10 años.

En 1790 fue autorizado el Reglamento para Patio de Gallos de la ciudad de Guatemala. Otros reglamentos aprobados fueron el del 16 de diciembre de 1833; el de 1842, presentado por Mariano Mura; el de 7 de marzo de 1856 para el Asiento de Gallos, establecido por Julián Rivera, en Las Variedades, en el Callejón del Mesón de Córdova, de la ciudad de Guatemala, donde también había un café, un billar y un teatro; el de 1858, propuesto por Mariano Villalobos; y el de 1888, propuesto por Félix Soto. En 1802, Mateo de Irungaray fue nombrado juez del Patio de Gallos de la ciudad de Guatemala.

Mujeres en los palenques

En 1808, los asentistas del Patio de Gallos solicitaron a la Audiencia de Guatemala derogar la providencia por la que se había prohibido la asistencia de mujeres a los palenques. En 1809 se ordenó que el arrendamiento del Patio de Gallos de Antigua Guatemala fuera por cinco años. El 21 de abril de 1812, el Consejo de Regencia de los Reinos de España e Indias desautorizó que el Arbitrio de Patio de Gallos de la ciudad de Guatemala fuera adjudicado a favor del Hospital General San Juan de Dios. En 1818, Manuel Solórzano Diéguez le inició juicio a Francisco Martínez porque con el Asiento de Patio de Gallos de la ciudad de Guatemala le dañaba su casa.

El 13 de junio de 1832, una orden legislativa adjudicó los rendimientos del Asiento de Gallos de Antigua Guatemala al Hospital de dicha ciudad. En 1775, el Asiento de Patio de Gallos de la ciudad de Guatemala fue adjudicado a Isidro de Herrera; en 1775, el de San Salvador a Manuel Baquero; en 1776, el de la ciudad de León a Juan Solís; en 1777, el de Antigua Guatemala a Ramón Vaide; en 1777, el de la ciudad de Granada a Antonio Carcache; en 1814, el de la ciudad de Guatemala a Francisco Martínez; en 1815, el de Quetzaltenango a Gabriel Cózar; en 1820, el de la ciudad de Guatemala a Pedro José Cerón; en 1823, el de Antigua Guatemala a José Muñoz; y en 1823, el de la ciudad de Guatemala a José María Farfán.