Si llevas esa lista en la mano al ir al supermercado, entonces sabrás adonde dirigirte y no compraras lo que veas en el camino. Todos hemos entrado al supermercado solo por “unas cositas,” pero hemos salido con una carreta llena. La lista de compras es indispensable para comprar solo lo que se necesita y no lo que, impulsivamente, a uno se le antoje comprar.

Consejo 2: Antes de salir de compras, instruye a tus niños para que no pidan todo lo que se les antoje. Ellos podrán pedir solo aquello que, de antemano, tú les concedas comprar. Sin embargo, esta instrucción deberás dárselas estando en casa donde los niños, aun, no han visto toda la gama de opciones que verán cuando ya estén en el supermercado. Si esto lo haces estando ya en el supermercado prepárate para un berrinche seguro. Eso sucederá especialmente cuando hagas cola para pagar en la caja.

Los niños aprenderán a comprar y entretenerse, si les pides que pongan en la carreta las cosas que compras, controlando la lista, o bien ir sumando el costo de cada producto en una calculadora para que no te pases de lo que planeaste gastar.

Consejo 3: No compres marca sino más bien toma en cuenta el rendimiento, calidad y el precio de los productos. Los productos más famosos y más caros no lo son porque necesariamente sean los mejores, sino solo son los más publicitados. Recuerda que la publicidad tiene un costo y este está cargado en el precio del producto. De ahí que habrá que considerar el rendimiento que tenga un producto, lo cual si tiene relación con la calidad del mismo y justifica su precio más alto.

Consejo 4: Aprovecha las ofertas de algo que tú consumes, aunque todavía tengas un poco de eso en casa. La razón es porque más adelante de todas formas lo habrás de comprar pero a mayor precio y al comprarlo en oferta economizaras dinero.

Pero comprar algo solo porque está en oferta no es razonable. El gasto deberá ser en algo que necesitamos o usamos constantemente para que entonces se justifique la compra. Muchas de las cosas que se han comprado solo porque salieron en oferta, aún permanecen guardadas en nuestra alacena.

Consejo 5: Te recomendamos ir después de las comidas o bien comer algo antes de entrar a hacer tus compras. Es innegable, que cuando uno tiene hambre llena la carreta con más comida de la necesaria. Esto se debe a que inconscientemente queremos satisfacer nuestra necesidad de calmar el hambre y así proveerle al cuerpo los nutrientes que aseguren su supervivencia. De ahí que nos vemos impulsados a llenar la carreta con todo lo que se nos antoje comer en ese momento.

La indulgencia también juega un papel decisivo, pues ella es quien nos da el permiso y la licencia para comprar alimentos que no necesitamos, sino solo los deseamos por golosos y que por lo tanto no se justifica la compra de los mismos. Por estas dos razones, te aconsejamos ir sin hambre cuando vayas de compras al supermercado.

Consejo 6: Si te es posible, compra al por mayor los productos que necesitas. La libra de cualquier producto la pagamos más cara que si la compramos por quintal, una bolsita con unos gramos sale más cara que si compramos un lote completo que contenga varios kilos, o bien una lata suelta, nos cuesta más que si compramos una caja de latas.

El precio menor de un producto al comprarlo por mayor se debe a que no estaremos pagando el empaque de cada libra, cada gramo o cada lata por separado sino un solo empaque del producto.

Si no podemos comprar la caja completa, el lote o el quintal completo entonces, podemos comprarlos uniéndonos con varios amigos o familiares para así poder diluir el precio entre varios y recibir juntos el beneficio. Todos los miembros del grupo se turnaran para ir de compras y así todos den de su tiempo, transporte y esfuerzo. Los productos se deberán recoger y pagar en la casa de quien los compro. El secreto está en ahorrarte cualquier cantidad de dinero que puedas.

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