Economía

Iniciativa bancaria, entre dudas y defensa

Iniciativa de ley permitirá, según sector bancario, responder y proteger a los ahorrantes, ante una crisis económica mundial; diputados la cuestionan por considerarla una medida “proteccionista”.

La semana pasada, el Congreso, a petición de la diputada María Eugenia Tabush Pascual, quien preside la Comisión de Economía, se intentó que el pleno conociera la iniciativa, pero esto fracasó. (Foto Prensa Libre:Paulo Raquec)

La semana pasada, el Congreso, a petición de la diputada María Eugenia Tabush Pascual, quien preside la Comisión de Economía, se intentó que el pleno conociera la iniciativa, pero esto fracasó. (Foto Prensa Libre:Paulo Raquec)

Así son las opiniones frente a la discusión sobre la iniciativa 5157, que trata sobre reformas a la Ley de Bancos y Grupos Financieros, la cual fue presentada por el Ejecutivo en septiembre del 2016 y se encuentra en fase de segunda lectura en el Congreso.

En el Legislativo se escucha que el proyecto podría ser retirado para pasar a una amplia discusión, o bien conocerlo en los siguientes días, con el consenso de algunas bancadas que sugieren cambios.

En medio de esa discusión, la banca defiende la seguridad del sistema financiero.

“No es proteccionismo”

“Dios no quiera que se presente una nueva crisis económica mundial, por lo que las reformas plantean un mecanismo de protección a los ahorrantes”, explicó Luis Fernando Samayoa, presidente de la Asociación Bancaria de Guatemala (ABG), en entrevista con Prensa Libre.

El presidente de la ABG reaccionó así ante señalamientos de algunos diputados, que aseguran que lo que busca es que el Banco de Guatemala se convierta en el salvador de entidades en problemas.

Samayoa rechazó los señalamientos y dijo que el proyecto no trata de beneficiar a los bancos o a sus directivos.

“Esto responde a las recomendaciones técnicas que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional han hecho para que el sistema financiero cuente con un mecanismo de protección, dadas las experiencias en otros países”, afirmó.

Agregó que en el contenido de la iniciativa se incluyen mecanismos recomendados por Basilea III —mecanismos de supervisión financiera internacional— para hacer frente a la eventualidad de una crisis financiera sistémica; es decir, una crisis financiera que sea muy amplia o generalizada a escala nacional, regional y mundial.

La Junta Monetaria podrá remover a alguno, algunos o la totalidad de los directores, administradores o gerentes del banco de que se trate —titulares o suplentes—, así como nombrar a nuevos directivos para la entidad.

Estos mecanismos, señaló, han sido aprobados por otros países, o están en vías de aprobación, y forman parte de lo que se considera como las mejores prácticas financieras a escala internacional, que se contemplan en Basilea III y que Guatemala debe adoptar.

Samayoa indicó que uno de los artículos que modifica la iniciativa trata sobre la facultad de autorizar al Banco de Guatemala (Banguat) para que se otorgue financiamiento de capitalización a uno que afronte problemas de iliquidez.

“Esto es lo que está generando ruido”, dijo; sin embargo, recordó que en el caso de Guatemala, la Constitución faculta al Banguat, como banco central, a velar por todo lo relacionado con los aspectos de la política monetaria y la estabilidad financiera.

Una vez se otorgue el financiamiento extraordinario a la entidad con problemas, la Junta Monetaria deberá designar a un representante del banco central en el órgano de administración respectivo, con voz, voto y derecho a veto.

En ese sentido, dijo, es lógico que la iniciativa 5157 otorgue facultad al Banguat para tomar decisiones en asuntos relacionados con la actividad de los bancos y con un eventual fortalecimiento de la capitalización de los mismos, lo que podría ser necesario ante la aparición de una crisis financiera internacional como la de los años 2008-2009, crisis que podría ser incluso más seria por el crecimiento de la actividad financiera mundial de los últimos años.

“Es importante mencionar que la crisis financiera de 2008-2009 no afectó nuestro sistema bancario y financiero debido a la forma cautelosa y conservadora en que el sistema maneja los asuntos del crédito”, expresó.

Sin embargo, y sin necesidad de ser pesimista, recalcó, en el futuro podría darse otra crisis sistémica mundial que eventualmente, de una u otra forma, pudiera afectar al sistema financiero local.

“Es por eso que opinamos favorablemente y consideramos necesarios los mecanismos incluidos en el articulado de la iniciativa 5157”, dijo.

Samayoa resaltó que el mecanismo no es un rescate a un banco, sino que responde a una acción más amplia para apuntalar al sistema financiero y a toda la economía.

Se propone autorizar al Banguat financiar la capitalización del banco que corresponda.

La medida se adoptará siempre y cuando se estime conveniente, para preservar la estabilidad financiera y mantener la operación del banco.

Dejando de lado los elementos técnico-financieros que la propuesta conlleva, el proyecto persigue garantizar que, ante cualquier dificultad de orden financiero, las instituciones bancarias pudieran tener como consecuencia de crisis globales, internacionales o regionales, los ahorros de los cuentahabientes de los bancos y la continuación de la actividad crediticia.

“Es una acción de último recurso”, enfatizó.

“Por los ahorrantes”

Federico Linares, expresidente del Banguat, afirmó que las reformas significan un complemento a los requerimientos internacionales, de contar con un mecanismo de protección sistémica para hacer frente a cualquier crisis global.

“Hay una crítica muy grande, y se dice que se privatizan las utilidades y se socializan las pérdidas, pero no es así. Esto se trata de que cuando una entidad entra en problemas serios, el objetivo es que no se afecte a los depositantes. Entonces entra el Banguat a participar y toma el control para continuar con el negocio bancario”.

Las acciones del banco capitalizado que posteriormente venda el Banguat no podrán ser adquiridas, directa o indirectamente, por sus anteriores accionistas, directores, administradores o gerentes que hubieren ejercido el cargo previo a la aplicación.

Linares afirmó que de lo que se trata es salvaguardar los intereses de los depositantes y la estabilidad financiera.

Pros y contras

Guido Rodas, exministro de Economía que gestionó las reformas a la Ley de Bancos planteadas en el 2002, explicó que la iniciativa 5157, tiene aspectos positivos y otros en contra, por lo que es necesario buscar otras opciones, sobre todo del capítulo relacionado con el rescate de los bancos y que no sean cubiertos con recursos públicos.

Como aspectos favorables, señaló el requerimiento sobre la capitalización e incremento del Fondo de Protección al Ahorrante.

Además, citó el ejercicio de mayores controles y prohibir o limitar determinadas operaciones para algunas personas individuales o jurídicas que estén relacionadas con la entidad.

El punto crítico de la iniciativa, considera Rodas, es la adquisición de activos por parte del banco central de alguna entidad que pudiera estar a punto de quebrar, y que esos activos no cubren sus acciones. Esto significa que se asumiría o se compraría una deuda.

Citó como ejemplo lo ocurrido con la absorción del Crédito Hipotecario Nacional de los bancos del Ejército y Nororiente, que adquirió deudas.

Rodas explicó que el mejor planteamiento de salvataje debe surgir del sistema, por medio de la absorción, fusión o compra de cartera de alguna entidad a otra.

¿El mismo sistema puede ser el salvataje? ¿Cómo? Con la información que posee la Superintendencia de Bancos y que traslada a la Junta Monetaria. Esto permite que las mismas entidades sean las que apliquen el salvataje, que sea por medio de un proceso bien manejado de absorción.

Otra opción es que los bancos puedan solicitar adelantos y redescuentos con la banca central.

Caryl Alonso Jiménez, profesor universitario en Políticas Públicas, afirmó que este tema es “muy delicado” y algunos diputados no saben cómo funciona el marco financiero, sobre todo Basilea, y que Guatemala debe cumplir con compromisos para el 2018.

ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.