Economía

Importantes apuntes del cultivo de palma africana

En las investigaciones sobre cultivos de plantación que empezaron desde la época colonial hasta la época contemporánea, y que he publicado en esta columna, han estado pendientes el hule y la palma africana.

Para esta última, existe la primera investigación completa en el área económica, cuya autoría es de Paulo de León (CABI), titulada “Impactos socioeconómicos del cultivo de palma de aceite en Guatemala”, febrero del 2016, de 34 páginas. Es lo económico.
 

Ayer y hoy se está desarrollando el Seminario convocado por la Coordinación de ONG y Cooperativas (Congcoop), el Instituto de Investigación y Proyección sobre Ambiente y Sociedad (IARNA), de la Universidad Rafael Landívar, la Facultad de Agronomía de la Usac y la Institución Action AID. Es el medio ambiente y activismo social.

Hay aspectos que pueden acercar las dos posiciones, en un ambiente que sea sereno y no solamente unilateral de ambas partes.

En el evento mencionado hay un espacio para poder explicar este estudio, del cual se extractan el resumen ejecutivo y las conclusiones.

Resumen ejecutivo

La palma de aceite (Elaeis guineensis) se ha establecido en Guatemala a finales de la década de los años 1980; actualmente hay alrededor de 160 mil hectáreas de palma, que ocupan el 4% del área total de cultivos sembrados en el país.

El cultivo de la palma de aceite se originó en África occidental, pero en la actualidad, Asia suroriental se ha convertido en el mayor productor de aceite de palma del mundo: Indonesia y Malasia representan cerca del 80% de la producción mundial de aceite de palma.

La importancia mundial de este cultivo radica en su capacidad no superada —por ningún otro cultivo oleaginoso, léase: soya, maíz, girasol, canola, etc.— para transformar la energía solar en aceite vegetal, pudiéndose esto considerar como un ‘don’ de la naturaleza…

Por lo que el aceite de palma es, sin dudas, el aceite vegetal más importante para el mundo por su eficiencia por hectárea, versatilidad para mezclarse con otras materias primas y su aporte nutricional. Se estima que alrededor del 50% de los productos empacados —incluyendo alimentos y no alimentos— en un supermercado contienen algún derivado del aceite de palma, por lo que la palma está presente en una gran diversidad de productos de uso diario.

Las exportaciones son, sin duda, el principal destino de la producción. En los últimos años, las exportaciones se han situado en torno a US$400 millones anuales. En crecimiento de volumen, las exportaciones de aceite de palma son las cuartas que más han crecido dentro de la balanza de exportaciones del país, situándose ya como el sexto producto de exportación más importante.

El impacto económico de la actividad de palma aceitera se calculó en este trabajo. El impacto es de 1% del producto interno bruto (PIB) anual, representado por un 0.6% en impacto de primer orden, y de 0.4% para los impactos de segundo orden. Esta es la participación de la actividad dentro de la economía nacional. Además de lo anterior, el empleo anual es de 150 mil personas. Este flujo de valor agregado anual corre dentro de toda la economía del país, pero con mayor fuerza en las zonas palmeras.

Conclusiones

El cultivo de palma aceitera y sus derivados trae beneficios económicos al país, como queda demostrado en los análisis y cálculos antes expuestos…

Estos impactos económicos no son marginales… El crecimiento del cultivo ha sido positivo también a nivel local; de hecho, hay muchas comunidades en que la actividad llega a representar incluso más que el 50% del PIB de su localidad. Esto es muy relevante porque la geografía del cultivo se visualiza que en esas localidades es donde la gente vive en exclusión.

Una exclusión causada por la ausencia de Estado, donde las municipalidades locales tampoco resuelven los problemas cotidianos de la población en materia de servicios públicos como salud y educación, e infraestructura, como agua, drenajes y demás.

En esas poblaciones la adhesión al IGSS ha aumentado, por lo tanto, la actividad ha generado mayor cobertura de salud en una población desprotegida y no atendida por el Estado.

ESCRITO POR:

José Molina Calderón

Economista. Consultor en gobierno corporativo de empresas familiares. Director externo en juntas directivas. Miembro de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala. Autor de libros de historia económica de Guatemala.