Economía

Polémica por tipo de cambio ¿Qué es mejor? Más o menos quetzales por US$1

La antigua polémica por la discusión de fomentar una mayor o menor flexibilidad del tipo de cambio del quetzal frente al dólar persiste en el ambiente nacional.

La política monetaria del Banco de Guatemala y la Junta Monetaria está siendo sometida a debate por especialistas en la materia. (Foto Prensa Libre: Saul Martinez)

La política monetaria del Banco de Guatemala y la Junta Monetaria está siendo sometida a debate por especialistas en la materia. (Foto Prensa Libre: Saul Martinez)

Juan Alberto Fuentes Knight, economista y exministro de Finanzas, argumentó recientemente que ante un tipo de cambio de Q7.40 por US$1 se favorecen las importaciones, pero se desfavorece a las exportadores.

¿Qué es mejor? Que se fortalezca el quetzal, es decir menos quetzales por US$1 o al contrario, que al cambio le den más quetzales por US$1. En opinión de Fuentes Knight, el exceso de dólares como resultado de un mayor ingreso de remesas y del flujo de capitales, tanto legales como ilegales, así como una baja en el costo de la factura petrolera, “solo está dañando la capacidad de exportar, de atraer turistas, de competir con las importaciones y de invertir en estos sectores”.

El economista advirtió de que condiciones externas, como el alza de la tasa de interés en EE.UU., el aumento de exigencias para controlar el lavado de dinero en Guatemala y el aumento de retornados, podrían reducir la oferta de divisas en el país.

Según Fuentes, si en este escenario el Banco de Guatemala (Banguat) mantiene el tipo de cambio en Q7.40, los dueños de capitales invertidos en el país podrían retirarse en forma abrupta, provocando una caída de las reservas monetarias internacionales y en la disponibilidad de divisas.

Como medida compensatoria, el Banguat podría devaluar el quetzal, lo que estimularía la inflación, aumentaría la pobreza y haría quebrar a empresas endeudadas en dólares.

Buen manejo

Carlos González, analista de Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), coincidió con Fuentes en la abundancia de divisas estadounidenses, aunque, a su juicio, el tipo de cambio está “bien manejado” por el Banguat.

González agregó que tenía dudas sobre cuál sistema podría implementarse para el manejo del tipo de cambio. “Habría que hacer un estudio más profundo de todas las variables y ver cuál ajuste es el que cabría hacer en el caso de Guatemala, para tener un tipo de cambio más cerca del real”, señaló.

González subrayó que se debería conformar una mesa técnica que discuta la política monetaria que gustara a todos.

Oscar Jasaui, presidente de la calificadora de riesgo Pacific Credit Rating, explicó que la política cambiaria en Guatemala es la de “flotación sucia”.

Este término indica que hay intervención del banco central para suavizar el movimiento de la tasa de cambio.

Jasaui agregó que en estas condiciones, el Banguat solo actúa para evitar brincos significativos en el tipo de cambio, aun cuando no afecte la tendencia de las fuerzas de mercado.

Según el ejecutivo, estas fuerzas, en general, tienen que ver con el ingreso y salida de capitales.

Jasaui explicó que los bancos centrales deben enfrentarse cada día a variables como la tasa de interés local respecto a tasas de referencia de otros mercados, así como la inflación local y de distintos mercados, entre otros.

por US$1 cerró ayer el tipo de cambio.


También es importante entender la apertura de los mercados financieros y de la estructura productiva, exportadora e importadora, de bienes y servicios de cada nación, y otros factores que provocan que los capitales se movilicen de un lugar a otro por oportunidad o riesgo.

Sea cual sea el factor, los bancos centrales deben enfrentarlos cotidianamente, apuntó Jasaui.

Para hacer las cosas más complejas, el tipo de cambio afecta tanto la economía real como las políticas fiscal y monetaria.

En el caso de que se deprecie la moneda se afecta, por ejemplo, la inflación local, aunque mejora la competitividad de algunos sectores. Eventualmente, aunque sube la recaudación, aumenta el servicio del pago de la deuda externa.

Por el contrario, una apreciación beneficia a los deudores en moneda extranjera, baja la inflación, perjudica la competitividad de los exportadores y beneficia las importaciones.

ESCRITO POR:

ARCHIVADO EN: