Economía

¿Qué es lo que determina nuestra realidad?

En la columna pasada señalamos que con creencias del pasado no debemos seguir jugando en el presente, arruinan la posibilidad de un futuro mejor; en el deporte, la salud y en las relaciones.

Hoy avancemos un poco más, para entender qué es lo que determina el fracaso o el éxito, tomando otro componente.

Dice el Dr. Bruce Lipton que la nueva biología propone la vida como un viaje de cooperación entre individuos ya él comprobó en el laboratorio que las células hacen lo mismo.

Si fuimos educados para luchar en la individualidad y para la individualidad y no hemos logrado los resultados esperados, pregunto: ¿será posible reprogramarnos a nosotros mismos para esa cooperación a la que concluye Lipton? Y efectivamente predeterminar una realidad diferente.

Hoy tenemos muy claro que cualquier organismo entre mejor perciba el medio que le rodea, más oportunidades tendrá de salir adelante, y entonces ¿cómo evalúan hoy en día muchos jóvenes el medio donde supuestamente ejercitan sus vidas?

El entrenamiento no es solo de memoria y músculos, previo a ello hay un proceso que debemos entender, pensamientos, emoción y luego acción, las ordenes que vienen del cerebro movilizan la musculatura.

Expliquemos un poco el sistema actual; estudiantes con memorias prodigiosas evaluados con cien puntos por sus maestros que creen que la vida se vive a punta de matemáticas y lenguaje, olvidando que la realidad es diferente; para entender lo anterior recomiendo leer las investigaciones del Dr Daniel Goleman quien dicen: “pese al énfasis que las escuelas y los exámenes de ingreso ponen en el Coeficiente Intelectual, es asombroso el poco peso que éste tiene en el éxito laboral y en la vida”.

La pregunta que surge entonces es: ¿vale la pena seguir obteniendo el primer lugar en la clase, estar en cuadro de honor u obtener Summa Cum Lauden, y luego no poder demostrar para qué sirve tanta memorización? Aquí debemos afirmar que la mayoría de las veces, no es lo que sabes, sino si efectivamente lo crees.

Lipton dice que se dio cuenta que podía cambiar el curso de su vida mediante el simple hecho de cambiar sus creencias, que conste que habla un biólogo. ¿Que tal si integramos saber con creer?

Necesitamos cambiar la creencia de nuestros maestros y sus métodos aburridos, sin pasión, de poca participación y sin opción a la maravilla de la contradicción, hay necesidad de generar un choque en los estudiantes para que insistan en no aceptar un proceso de memorización que los vuelve dependientes de un libro o de una persona.

En la empresa debemos revisar nuestras creencias, en los temas de capacitación es importante saber en quién y qué tipo de facilitador llega a tener contacto con nuestros equipos de trabajo, pudiera ser que una mala decisión asegure ciertas creencias que en lugar de darnos un jalón para delante, nos avale ese retroceso que garantiza; memorización, rutinas y dependencia de jefes, sin entender qué es disponer de líderes que determinen una nueva realidad, como por ejemplo creernos que podemos alcanzar la meta, independientemente del título que se tenga. Hasta la próxima.

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